China ha encontrado en las tierras raras un arma para contraatacar a Estados Unidos en la guerra comercial. El país comunista está desarrollando nuevas políticas estatales sobre estos metales, básicos para la fabricación de motores de imanes permanentes para coches eléctricos, y pretende hacerlas públicas pronto.
Amenazar con restringir las exportaciones de metales de tierras raras a los Estados Unidos se ha convertido así en un colchón para los inversores, que están viendo cómo aumentan las acciones en el mercado de valores.
No solo los coches eléctricos están en el punto de mira
«China ha estado defendiendo activamente el sistema multilateral de libre comercio. Sin embargo, todas las partes involucradas deben mantener relaciones mutuamente beneficiosas. Nos oponemos firmemente a que ciertos países ignoren las reglas del comercio mundial y socaven los vínculos comerciales industriales mundiales», ha dicho el portavoz de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma, Meng Wei.
China opposes other countries using of products made with its #RareEarths to curb Chinese development: official https://t.co/rsiN9GNEWp pic.twitter.com/Iul7vPoZcG
— Global Times (@globaltimesnews) 17 de junio de 2019
Entre las medidas que prepara China se encuentran, además de las restricciones a la exportación, más supervisión, el establecimiento de un mecanismo de rastreo de estos minerales y la aceleración de la aplicación de tecnologías de alto nivel. Y es que el país asiático domina el suministro mundial de tierras raras con casi el 90 % de su producción, mientras que Estados Unidos es el mayor importador.
En este sentido, Tesla está a punto de abrir su primera gigafactoría en suelo chino, concretamente en Shanghái, donde además de fabricar baterías para sus coches eléctricos, tendrá una capacidad de producción de 500.000 vehículos al año. Un salvoconducto en la guerra arancelaria que le va a ahorrar mucho dinero.
Recordemos que las tierras raras no solo se usan en la industria automotriz y de telecomunicaciones; también se usan en equipos militares como motores a reacción, satélites, láseres y sistemas de guía de misiles, por lo que su restricción podría suponer un problema para Estados Unidos.
Otro efecto se está haciendo notar en la esfera bursátil. Según publica South China Morning Post, las acciones de China Minmentals Rare Earth, China Northern Rare Earth y otros grandes productores se han disparado un 34 % en el mercado de valores. Y es que hay mucho en juego, pues estos minerales se usan para fabricar desde los iPhone de Apple hasta los vehículos eléctricos de Tesla.
Las tierras raras han estado en el punto de mira desde que la Administración Trump pusiera en su lista negra a Huawei con el objetivo de debilitar a este importante rival en la carrera por desarrollar la tecnología 5G, la piedra angular de esta guerra.
Mientras tanto, no se sabe si Donald Trump y el presidente chino, Xi Jinping, se reunirán próximamente en la cumbre programada para finales de mes y conseguirán quitar tensión una esta guerra arancelaria que no para de escalar y que amenaza con provocar una nueva crisis financiera.