La
periodista
Laura
Caorsi
inventó
el
término
ultraperpetrados
para
referirse
a
los
productos
que
utilizan
como
ingredientes
ya
no
alimentos
o
nutrientes
reconocibles
(fresas,
mantequilla…),
sino
otros
productos
que «ya
están
en
el
no
va
más
de
la
manipulación
industrial»:
ultraprocesados
elaborados
con
ultrapocesados.
En
este
grupo
podemos
englobar
a
dos
de
los
lanzamientos
más
recientes
de
los
gigantes
de
la
comida
rápida
KFC
y
Burger
King:
hamburguesas
que
cuentan
con
el
reclamo
de
contar
entre
sus
ingredientes
con
dos
de
los
snacks
más
conocidos
por
todos,
los
Pelotazos
y
los
Jumpers.
Es
curioso
como
a
la
hora
de
promocionar
según
que
productos
se
producen
alianzas
contra
natura
entre
empresas
que
son,
en
realidad,
competidores
directos.
KFC
es
de
1986
propiedad
de
Pepsico,
la
misma
empresa
que
fabrica
los
Pelotazos,
que
se
presentan
de
la
mano
de
Burger
King;
marca
que,
a
su
vez,
comparte
empresa
matriz
con
Popeyes,
la
competencia
directa
de
KFC
en
España.
Los
Jumpers,
además,
están
fabricados
por
el
Grupo
Apex,
una
de
las
más
importantes
empresas
de
snacks
de
España,
competidora
directa
de
Pepsico
en
este
segmento.
Me
gustaría
saber
qué
llamadas
entre
departamentos
de
marketing
se
han
producido
para
que
estos
productos
hayan
llegado
al
mercado
a
la
vez
–¿es
algún
tipo
de
intercambio?–,
pero
el
caso
es
que
aquí
estamos,
probando
a
ver
a
qué
saben.
Dos
hamburguesas
bastante
gochas
La
tendencia
actual
de
muchos
lanzamientos
de
las
cadenas
de
comida
rápida
consiste
en
añadir
algún
reclamo
a
sus
productos
de
siempre,
que
atraigan
a
determinado
tipo
de
clientela.
Los
Pelotazos
y
los
Jumpers
son
productos
que
llevan
décadas
entre
nosotros
y
que
apelan
directamente
a
la
infancia
pero
¿tienen
sentido
a
nivel
culinario?
La
respuesta
es
un
rotundo
no.
Burger
King
ha
presentado
las
hamburguesas
en
dos
versiones,
de
pollo
o
ternera
–la
misma
que
se
usa
para
la
Crispy
Chicken
y
la
Whoopper–,
acompañada
de
pan
pelotazos,
salsa
pelotazos,
cebolla
crujiente,
tomate
y
lonchas
de
cheddar.
La
hamburguesa
sabe
como
cualquier
otra
hamburguesa
de
la
cadena
y
el
sabor
a
Pelotazos
es
inexistente,
pues
se
pierde
entre
tanto
queso.
En
el
caso
de
KFC
se
ha
optado,
sencillamente,
por
añadir
una
salsa
de
Jumpers
a
una
de
sus
hamburguesas
más
exitosas,
La
Sobrada.
La
salsa
es
bastante
desagradable
tanto
en
lo
que
respecta
a
su
textura
como
a
su
sabor
y,
si
bien
sabe
a
Jumpers,
la
mantequillaza
no
aporta
nada
a
una
hamburguesa
que
ya
de
por
si
va
cargadísima
de
queso.
Las
hamburguesas
no
están
malas
per
se,
pero
en
ambas
cadenas
hay
opciones
mucho
más
apetitosas
y
económicas.
En
la
variedad
no
siempre
está
la
diversión.
En
DAP
|
Receta
de
hamburguesa
EN
DAP
|
Receta
de
hamburguesa
de
pollo