La
industria
alimentaria
y
de
nutrición
deportiva
ha
encontrado
un
filón
en
el
sector
de
las
barritas
energéticas
con
variedades
y
fórmulas
para
todos
los
gustos,
pero
en
la
Antigüedad
las
cosas
eran
mucho
más
simples.
Los
romanos
sabían
muy
bien
lo
importante
que
era
una
buena
alimentación
para
tener
buena
salud,
y
además
cuidaban
especialmente
la
nutrición
de
sus
ejércitos,
clave
en
la
expansión
y
mantenimiento
de
la
República
y
el
Imperio.
Lo
mismo
que
ofrecen
las
barritas
energéticas
de
hoy
lo
encontraban
en
la
naturaleza
gracias
a
los
frutos
secos
y
las
semillas,
que
son
además
ingredientes
clave
precisamente
en
los
productos
de
nutrición
deportiva
comerciales
de
hoy.
Hay
cosas
que
nunca
cambian
porque
no
les
hace
ninguna
falta.
Y
si
hay
un
alimento
especialmente
idóneo
para
el
trabajo
físico
exigente,
ese
es
el
piñón.
Nos
lo
ha
recordado
varias
veces
Marián
García,
más
conocida
por
su
papel
como
divulgadora
como
Boticaria
García,
Dra.
en
Farmacia,
nutricionista
y
autora
de
numerosos
libros
de
nutrición
y
salud.
Además
de
defender
las
propiedades
de
los
piñones
en
sus
redes
desde
hace
tiempo,
este
pasado
fin
de
semana
volvía
a
recomendar
su
consumo
en
el
programa
de
Radio
Nacional
No
es
un
día
cualquiera.
“Para
los
legionarios
romanos
eran
las
barritas
energéticas
y
proteicas
de
la
época,
los
usaban
en
sus
campañas
como
una
forma
de
aprovisionamiento”,
cuenta
García,
que
explica
este
gusto
de
los
legionarios
por
la
semilla
del
pino
no
solo
por
su
sabor,
sino,
sobre
todo,
por
su
riquísimo
poder
nutricional.
Los
piñones
una
gran
fuente
de
proteínas
vegetales,
energía,
grasas
saludables,
vitaminas
y
minerales.
Concretamente,
una
sola
cucharada
ya
aporta
el
10%
de
las
cantidades
recomendadas
de
vitamina
E
antioxidante,
también
el
10%
de
la
ingesta
recomendada
de
magnesio
y
el
35%
de
grasas
poliinsaturadas,
beneficiosas
para
la
salud
cardiovascular.
También
son
muy
ricos
en
tiamina
y
niacina,
que
contribuyen
al
funcionamiento
normal
del
sistema
nervioso.
Y
si
son
tan
energéticos
es
precisamente
por
su
alto
contenido
en
grasas,
que
hace
que
se
pongan
rancios
con
mucha
facilidad
si
no
los
conservamos
bien
una
vez
abiertos.
Como
Boticaria
García
nos
recuerda,
no
hace
falta
tomarse
de
una
sentada
la
cuchara
entera
de
piñones,
pues
simplemente
podemos
incorporarlos
a
nuestras
comidas
a
lo
largo
del
día.
Forman
parte
de
muchas
recetas
tradicionales,
como
las
espinacas
a
la
catalana,
y
son
ideales
para
coronar
tostadas,
cremas,
sopas
o
ensaladas,
para
rellenos
de
carnes,
pescados
y
verduras,
albóndigas,
salsas,
etc.
Consérvalos
en
un
recipiente
bien
cerrado,
mejor
si
es
en
la
nevera
ahora
que
ya
hace
calor,
y
si
notas
que
se
han
enranciado,
tuéstalos
ligeramente
para
que
recuperen
su
rico
sabor.
Imágenes
|
Boticaria
García
–
Stuart
Webster