La idea es hacer un bizcocho clásico, por lo que podéis usar esta receta o cualquiera que os guste más en cuanto a proporciones y horneados, ya sabéis que en cada casa el horno funciona de forma diferente, por lo que es difícil dar una receta que le funcione a todo el mundo de forma exacta. De todas maneras, las medidas que he usado funcionan perfectamente.
La diferencia con los bizcochos clásicos es que vamos a sustituir el peso de harina por galletas machacadas y como vamos a añadir turrón que es bastante dulce, quitamos un poco de azúcar de la receta para que no sea demasiado empalagoso.
Para hacerlo, trituramos las galletas hasta reducirlas a polvo. Podemos usar galletas de jengibre como hice yo pero también cualquier galleta que os guste, tipo Napolitana si queréis con sabor a canela o las clásicas María.
Mientras se precalienta el horno a 180ºC, en un bol mezclamos las galletas y la levadura con el turrón a base de pellizcarlo a mano hasta que se integren en una arena un poco pegajosa. En otro bol blanqueamos los huevos con el azúcar, incorporamos el aceite de oliva y poco a poco vamos incorporando la mezcla de galletas y turrón hasta formar la masa.
Rellenamos el molde y metemos a hornear bajando la temperatura a 160ºC con calor arriba y abajo. Recordad dar un poco de mantequilla y harina al molde si no usáis uno de silicona. Dejamos que se haga en el horno durante 50 minutos, apagamos y dejamos que se enfríe dentro del horno con la puerta entreabierta. Servimos espolvoreado con azúcar glas.
