Si alguien pensaba que la goleada de Instituto iba a confundir a Belgrano estaba equivocado. Si alguien creía que la demora de la consagración iba a impedir que los hinchas armaran un fiestón en Barrio Alberdi estaba equivocado. Si alguien se ilusionaba con la posibilidad de que los jugadores sintieran la presión por jugarse un partido clave no los conocen. Porque lejos de alterar los planes, el equipo se aferró a su libreto, dio una muestra de carácter ante su gente y goleó a Defensores de Belgrano para quedar a un pasito de la vuelta a Primera, luego del recordado descenso de 2019.
EL 1-0 DE BELGRANO
Maxi Comba festeja el primero del Pirata ante Defe. (Foto: Prensa Belgrano)
Empujado por 30 mil personas y por un mismo sueño, el Pirata salió con la determinación y la templanza que no había tenido la fecha pasada contra San Martín de Tucumán, en un duelo que dejó muchísimas dudas. Sin embargo, aprendió de sus errores y no tuvo piedad con un Dragón que intentó hacerle frente a su rival pero que fue demasiado para un conjunto con un presupuesto austero y con jugadores de menor jerarquía. Desde el inicio, el local apostó por una presión alta y un juego frenético que rápidamente le dio resultado.
EL PRIMERO DE VEGETTI
Así fue el recibimiento de los hinchas en el Gigante de Alberdi. (Foto: Prensa Belgrano)
El Celeste logró romper con el cero bien temprano, luego de una gran jugada colectiva que contó con un taco de Bruno Zapelli, la llegada en profundidad y el centro de Fabián Bordagaray, y la capacidad de Maxi Comba para adueñarse de un rebote y abrir el marcador en la primera chance de peligro. Lejos de conformarse, fue por más y lo hizo a través del sector favorito para dañar a Defe: el costado izquierdo, a las espaldas de Rodrigo Mazur.
EL 3-0 DEL PIRATA
El delirio de los 30 mil fanas del Celeste tras la goleada. (Foto: Prensa Belgrano)
¿Qué pasó? De tanto ir subir, el lateral quedó mal parado en varias oportunidades y el puntero del campeonato lo supo exprimir: el centro de Gabriel Compagnucci para el primero de Pablo Vegetti llegó por ahí y, la jugada del 3-0 que definió el 9, también nació por la banda.
Y si bien los del Bajo Núñez contaron con oportunidad para descontar, la B se apoyó en otro pilar que tuvo en el torneo: Nahuel Losada. Sí, el arquero también aportó su granito de arena en un partido perfecto en el que no faltó nada: hubo goles, show, fiesta y la ilusión de un pueblo que se siente cada vez más cerca de alcanzar la gloria.