Los
edulcorantes
artificiales
son
ángeles
y
demonio
a
la
vez,
ya
que
por
una
parte
pueden
ayudar
a
perder
peso
al
no
contener
calorías,
pero
por
otra
existen
recomendaciones
que
nos
dicen
que
es
mejor
evitarlos.
¿Con
qué
parte
de
las
dos
nos
quedamos?
Vamos
a
verlo
a
continuación.
EJERCICIOS
con
nuestro
propio
PESO
CORPORAL
para
ponerte
en
forma
EN
CASA
SIN
MATERIAL
Vitónica
Edulcorantes
versus
agua
para
perder
peso
Como
suele
ocurrir
en
la
mayoría
de
decisiones
en
la
vida,
una
opción
salomónica
puede
ser
lo
mejor
cuando
no
sabemos
bien
qué
elección
tomar.
Si
bien
los
edulcorantes
artificiales
que
surgieron
como
alternativa
al
azúcar
pueden
generar
efectos
adversos
en
la
salud,
son
un
excelente
puente
de
enganche
entre
las
bebidas
azucaradas
y
el
agua.
Nadie
puede
discutir
de
manera
lógica
que
el
agua
es
la
mejor
opción,
tanto
para
la
salud
como
para
la
composición
corporal.
Una
vez
que
esto
está
claro
y
el
agua
ocupará
siempre
la
primera
opción
en
hidratación,
podemos
ir
un
paso
más
allá
y
centrarnos
en
si
los
edulcorantes
artificiales
pueden
tener
cabida
o
no
en
la
pérdida
de
peso.
Un
reciente
estudio
publicado
en
la
prestigiosa
revista
International
Journal
of
Obesity
ha
comparado
un
programa
de
control
de
peso
de
52
semanas
(un
año)
utilizando
bebidas
con
edulcorantes
frente
al
agua.
Su
principal
objetivo
es
ver
si
realmente
había
un
fenómeno
de
compensación
del
hambre
al
tomar
bebidas
edulcoradas.
La
base
de
esta
hipótesis
es
que
se
ha
asociado
el
edulcorante
artificial
a
una
estimulación
del
apetito,
por
lo
que
aunque
no
añadimos
calorías
con
dichas
bebidas
edulcoradas,
podríamos
consumir
más
calorías
al
final
del
día.
A
ello
se
le
suma
la
asociación
de
los
edulcorantes
con
diferentes
parámetros
de
la
salud,
por
lo
que
se
ha
recomendado
evitarlos.
Después
de
un
año
en
el
que
el
grupo
control
bebía
agua
a
lo
largo
del
día
y
el
grupo
experimental
ingería
dos
vasos
de
bebidas
edulcoradas,
además
de
agua,
se
observó
que
el
grupo
que
tomaba
los
edulcorantes
perdió
más
peso
que
el
grupo
que
consumía
solo
agua.
Una
de
las
razones
es
que
las
personas
podían
tener
más
adherencia
a
la
dieta
y
evitar
ciertos
antojos
cuando
tomaban
bebidas
con
ese
sabor
dulce,
aunque
sea
de
manera
artificial.
En
cualquier
caso,
para
perder
peso
lo
que
importa
es
consumir
menos
calorías
de
las
que
gastamos,
y
eso
se
puede
conseguir
de
múltiples
formas.
Mensaje
para
llevar
a
casa
El
agua
es
la
principal
elección
que
debemos
llevar
a
nuestra
mesa
y
beber
en
todo
momento.
Si
comienzas
un
proceso
de
pérdida
de
grasa
y
estás
modificando
tus
hábitos,
puede
que
pasar
de
los
refrescos
azucarados
al
agua
repentinamente
no
te
ayude
a
controlar
el
deseo
por
el
dulce.
En
estos
casos,
puedes
pasar
de
los
refrescos
azucarados,
y
también
del
azúcar
clásica
del
café
y
repostería
a
ciertos
edulcorantes.
Eso
saciará
ese
deseo
de
dulce,
pero
sin
añadir
calorías
extras
a
la
dieta.
Poco
a
poco,
puedes
ir
limitando
los
edulcorantes
y
utilizar
agua
y
café
sin
azúcar
ni
saborizantes
artificiales.
Aunque
la
pérdida
de
peso
puede
lograrse
comiendo
brócoli
o
patatas
fritas,
siempre
que
las
calorías
y
los
macros
cuadren,
sabemos
de
sobre
que
una
opción
es
saludable
y
la
otra
no.
Además,
la
modificación
de
hábitos
nos
llevará
a
comer
y
beber
de
manera
saludable
el
resto
de
nuestra
vida,
y
tomar
un
refresco «zero»
cada
día
de
nuestra
vida
no
suena
igual
que
beber
agua.
En
Vitónica
|
Ayuda
o
no
ayuda
beber
más
agua
a
la
pérdida
de
peso:
esto
es
lo
que
dice
la
ciencia
Imágenes
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