Uno de cada dos autónomos que solicitaban el paro veían como su petición era denegada. Esta es la realidad que han estado viviendo todos los inscritos en el RETA que cotizaban por cese de actividad. Y la media ha llegado a ser incluso peor. Por eso no sirve de nada reconocer que el autónomo tiene derecho a paro si no se flexibilizan las condiciones para acceder a dicha prestación.
Este era uno de los motivos por los cuales muchos miembros del colectivo no encontraban atractiva esta cotización, que comenzará a ser obligatoria desde el próximo 1 de enero. La cuestión es que o se regula de otra manera o el cese de actividad seguirá siendo un chollo para la Seguridad Social, una fuente de ingresos adicional.
Cotizar por cese de actividad da derecho a recibir una prestación, que será mínima, alrededor de los 650 euros y que puede variar si tenemos hijos a cargo o no. Para ello veremos como la cuota de autónomo se encarece algo más de 20 euros al mes. Si compensa o no depende de los años que llevemos cotizados.
Para los autónomos con un negocio consolidado, que saben que saldrán adelante no será tan interesante. Para aquellos que inician un negocio y no saben como van a salir del mismo. Claro que si no funciona no aguantaremos más de dos años, lo que dará derecho a unos cuatro meses de prestación.
También para los autónomos dependientes, donde si su cliente principal deja de encargar trabajos verán como sus ingresos sufren una merma que hace insostenible su permanencia en el RETA. En todos estos casos la Seguridad Social tiene que fijar un criterio más claro a la hora de realizar el pago de dicha prestación, con unos valores objetivos más favorables a los demandantes.
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