Ferrari, como muchos otros fabricantes tiene que reducir su media de emisiones de CO₂. Sin embargo, a diferencia de otros fabricantes, el motor de un Ferrari es en ocasiones más importante que el propio coche. Es el alma de Ferrari.
Es supone todo un reto para los ingenieros, conservar el carácter de sus motores a pesar de tener que abrazar la electrificación. Y para ello, se plantea incluso lanzar al mercado un V6 híbrido, como el que está de pruebas en la mula del siguiente vídeo.
El LaFerrari de 2013 permitió a la compañía sumergirse tímidamente en la tecnología de los híbridos. Más recientemente, ha desvelado el SF90 Stradale y su V8 híbrido de 3.9 litros. Pero la hibridación irá incluso más lejos, pues la firma de Maranello está desarrollando un V6 híbrido.
De hecho, una mula de pruebas con aspecto de Ferrari 488 GTB ha sido cazada en acción en la famosa pista de Fiorano, propiedad de Ferrari. Ciertamente, no suena como un V8, y mucho menos como un V12, pero sigue siendo bastante atractivo para ser «tan solo» un V6. Otros rivales están siguiendo el mismo camino, incluidos Aston Martin con el Valhalla, McLaren con su reemplazo del 570S y muy posiblemente Lotus con el esperado renacimiento de Esprit, si es que algún día vuelve.
Además de reducir las emisiones, el uso de una motorización eléctrica podría servir para dotar al coche en cuestión de una tracción integral. Independientemente de dónde vayan la potencia y el par motor, este prototipo es sin duda rápido, especialmente en las curvas. Si tienes la paciencia para ver el video completo de ocho minutos, el prototipo se marca unos cuantos largos derrapajes.
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El futuro inmediato de Ferrari pasa por la hibridación, al menos en Europa
Anunciado originalmente en septiembre de 2018, el V6 híbrido llegará al mercado antes de finales de 2022. Ferrari sigue usando mulas de prueba, es decir, no usa un prototipo del modelo final que acogerá ese motor, lo que podría ser una señal que el estreno de ese motor todavía puede tardar. No sabemos si equipará el Purosangue, el SUV de Ferrari, o el sustituto del Portofino M. Lo único que Ferrari ha confirmado es que no será en un modelo que luzca el nombre de Dino, modelos que en el pasado llegaron a acoger un V6 como propulsor.
Puede sorprender que Ferrari tenga que recurrir a la hibridación ya que los pequeños fabricantes (pequeños por volumen de unidades producidas) no tienen obligación de cumplir con la media de emisiones de 95 g/km de CO2. Sin embargo, la excepción para no cumplir esa norma se da para los fabricantes que produzcan menos de 10.000 coches al año. Y Ferrari ya vende más de 10.000 coches al año (en 2019 fueron 10.131 unidades). Una cifra que podría aumentar aún más cuando llegue al mercado el Purosangue.
De todos modos, Ferrari habría adoptado igualmente la hibridación. No se puede permitir ser una marca sin coches electrificados, cuando cada vez cobran más fuerza en el mercado y parece ser la única manera de tener buena imagen. Y más aún cuando, como hemos visto, todos sus rivales parecen ir por ese camino. Ferrari no puede no proponer versiones electrificadas de sus modelos.
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