En España, tenemos la idea de que la mayoría de universitarios buscan un puesto de trabajo fijo al acabar su formación universitaria. Es más, hay más jóvenes que quieren encontrar un empleo vitalicio en la administración que aquellos que quieren emprender o trabajar en una empresa privada como asalariados.
Pero todavía quedan motivos para la esperanza. Según el último informe del Ministerio de Ciencia «Ingresión Laboral de los egresados universitarios«, el 10% de los universitarios han montado su propio negocio justo después de haber terminado su etapa académica. Otros muchos lo pondrán en marcha algunos años más tarde.
En este sentido, sorprende que haya un porcentaje bastante considerable de universitarios que ni siquiera contemplen un empleo como asalariados; directamente, han decidido poner en marcha su negocio sin pasar antes por el mercado laboral. Evidentemente, esta circunstancia se da con mayor intensidad en unas carreras que en otras.
Así, por ejemplo, los nuevos odontólogos y podólogos son con bastante diferencia los profesionales con mayor afiliación al RETA después de acabar la universidad. Una gran mayoría de estos profesionales, que llegan hasta el 70%, se hacen autónomos tras dejar su formación académica. En general, ciencias de la salud es la rama del conocimiento con más emprendedores, y llegan hasta el 16%.
En el lado contrario se sitúan las ciencias puras, donde tan solo el 2% de los egresados universitarios se afilian al régimen de autónomos los primeros años. En cuanto al tipo de universidad, son los estudiantes formados en universidades privadas quienes más emprenden (el 13% frente al 8,1% de las universidades públicas).