En el mundo de las recetas de postres fáciles y rápidos hay un lugar privilegiado para los postres, tartas, bizcochos y pasteles que se hacen con manzana, desde la clásica tarta de manzana hasta la tarta tatin, pasando por el bizcocho de manzana y apple pie de McDonald’s y todos ellos nos encantan.
Tanto como este apple crumble, un postre de origen británico que reúne lo mejor de dos mundos en su formato: por un lado, la jugosidad de la manzana caramelizada y cocida que protege en su interior y, por el otro, la crujiente cobertura de lo protege y que se hace con harina, mantequilla y azúcar moreno.
Aunque a veces se confunda, la costra del crumble no debe llevar galleta, sino que se hace con la mezcla antes mencionada que se endurece y convierte en la tentación golosa que conocemos gracias a la acción del horno.
El único truco de la receta es elegir bien las manzanas que vamos a seleccionar, pues deben ser naturalmente dulces —aunque va en gustos— y deben aguantar la cocción y ofrecer cierta mordida al final. El resultado, a pesar de la mala fama de la cocina inglesa, se compensa con el buen juego que dan su repostería y bollería como pasa con los scones, los muffins o las galletas shortbreads.
Pelamos y quitamos el corazón de las manzanas, luego las cortamos de pie por la mitad para después cortarlas en rodajas con forma de semicírculo.
Ponemos las rodajas de manzana junto con los 50 gramos de azúcar en un bol y lo movemos enérgicamente para que toda la manzana quede impregnada de azúcar.
Ponemos todas la manzanas en la base del molde superponiéndolas si es necesario cubriendo toda la base del molde y apretándolas bien.
Luego en un bol ponemos los 110 gramos de harina y los 110 de azúcar para después cortar los 110 gramos de mantequilla en dados de medio centímetro y la incorporamos al bol de la harina.
Aplastamos los dados de harina con las yemas de los dedos mezclándolo con la harina sucesivamente hasta conseguir una textura arenosa sin trozos de mantequilla visibles, así estaremos unos diez minutos.
Distribuimos esa mezcla sobre toda la superficie, cubriendo toda la manzana y aplastamos ligeramente con un tenedor el crumble contra la manzana, dejando un dibujo de lineas sobre toda su superficie.
Metemos al horno precalentado a 190 ºC y cocinamos la mezcla durante 40 minutos. Sacamos, dejamos reposar unos minutos y disfrutamos del crumble caliente o templado.
Con qué acompañar el apple crumble
A veces conocido en Estados Unidos como apple crisp, el apple crumble y su topping necesitan muy poquitos elementos para brillar, aunque un helado de vainilla le irá de maravilla si lo consumimos ligeramente atemperado, que es la mejor guarnición que podemos darle a este british dessert, fiel representante de la familia de los pie.
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