Hace unos días, el bueno de John Tones escudriñó el interesante —aunque irregular— legado de Lara Croft en el cine para explicar los claroscuros que las aventuras de la arqueóloga, interpretada por Angelina Jolie y Alicia Vikander, han proyectado sobre la gran pantalla en las tres adaptaciones de la popular saga de videojuegos ‘Tomb Raider’.
Sexy o no
Personalmente, soy de los que disfrutaron mucho más de lo esperado con el reboot de 2018 y que guarda un gran recuerdo de ‘La cuna de la vida’, el segundo y divertidísimo largometraje con Jolie al frente. No obstante, no puedo opinar lo mismo de una primera entrega que tampoco dejó satisfecha a su actriz protagonista.
Además de haber reconocido haber estado algo perdidos en el proceso de traducción del videojuego al cine, la californiana manifestó su descontento con la personificación de Croft, llegando a sentenciar que no le parecía «suficientemente sexy».
«No estaba satisfecha. Durante el rodaje de la película aún estábamos intentando entender cómo funcionaban las cosas y convertir el videojuego en una persona. Y aún así, seguía siendo el videojuego y ella una video vixen, y no una mujer con emociones y sentimientos. Incluso su apariencia no era lo suficientemente sexy y real para mí. Fueron muchas cosas, y no pudimos hacerlas todas bien. Pensamos mucho en cómo hacer correctamente la segunda película».
Parece que, al menos en lo que respecta a los valores cinematográficos, dieron con la fórmula adecuada en la secuela. Lo de si cambió o no el factor sexy de Lara ya va al gusto del espectador.
Vía | Koimoi.com
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