Cuando
Airbnb
salió
a
la
luz
se
presentaba
como
una
especie
de
Couch
Surfing,
pero
de
pago.
Couch
Surfing
es
una
plataforma
que
era
gratis
y
que
nos
permitía
a
los
viajeros
quedarnos
en
casa
de
gente
sin
pagar
o
alojar
a
viajeros
en
nuestras
casas
(aunque
ya
cobra
una
suscripción).
Una
forma
sensacional
de
conocer
a
gente
nueva
(también
desde
tu
propia
casa),
de
conocer
lugares
desde
una
perspectiva
local
y
de
poder
llegar
a
más
lugares
porque
no
gastabas
dinero,
si
eras
un
viajero
o
viajera.
Airbnb
proponía
un
concepto
similar
pero
donde
el
visitante
pagaba
y
el
huésped
podía
recibir
un
dinero
que
le
ayudase
a
hacer
frente
a
los
gastos
de
su
hogar
o
de
sacar
algo
de
rentabilidad
a
su
propiedad.
De
hecho,
al
principio
se
englobaba
dentro
del
término
consumo
colaborativo.
Pero,
sin
legislación
por
el
medio,
pronto
Airbnb
pasó
a
ser
un
negocio
multimillonario
mediante
el
que
la
gente
con
propiedades
bien
ubicadas
o
fondos
de
inversión
millonarios
que
podían
comprar
viviendas
en
los
centros
de
las
ciudades,
comenzaron
a
comercializar
con
un
bien
básico
como
es
la
vivienda.
La
polémica
de
los
pisos
de
Airbnb
es
ultra
conocida.
Mientras
que
hace
unos
días,
la
Ministra
de
Vivienda
de
España
pedía
solidaridad
entre
los
propietarios
de
viviendas
para
bajar
los
pecios,
Brian
Chesky,
CEO
de
Airbnb,
ha
afirmado
en
una
conferencia
que
el
sistema
de
la
plataforma
de
alquiler «está
roto».
La
empresa
realmente
ha
sufrido
varios
varapalos
en
los
últimos
años
que
le
han
afectado.
Problemas
de
Airbnb
en
2023
y
2024
En
marzo
del
pasado
año,
esta
plataforma
protagonizó
una
enorme
polémica:
bautizada
como
“Airbnbust”,
en
el
que
los
anfitriones
tomaron
las
armas
en
Twitter
(ahora
X)
sobre
la
reducción
de
los
márgenes
de
ganancias
y
una
posible
burbuja
de
alquiler
a
corto
plazo.
Muchos
alojamientos
levantaron
la
voz
tras
un
invierno
en
el
que
recibieron
a
muchos
menos
visitantes
que
de
costumbre.
Incluso
en
grandes
eventos
como
la
Super
Bowl
en
Estados
Unidos
que
moviliza
a
millones
de
personas.
En
este
año,
las
quejas
al
respecto,
por
parte
de
los
alojamientos,
no
han
cesado.
Incluso
se
puede
ver
en
el
foro
de
la
propia
plataforma.
Se
hablaba
de
que
las
personas
ya
no
están
tan
atraídas
como
antes
por
alquilar
apartamentos
a
corto
plazo
y
otras
hablaban
de
muchas
nuevas
propiedades
que
se
habían
registrado
sin
ningún
control.
Desde
luego,
Airbnb
muestra
alojamientos
muy
caros
y
su
subida
con
los
años
ha
llevado
a
que
muchos
hoteles
sean
más
baratos.
Por
otro
lado,
su
competidor
Vrbo
trajo
una
función
que
los
clientes
de
Airbnb
pedían
desde
hacía
tiempo:
un
programa
de
fidelización
que
ofrece
ventajas
a
las
personas
que
usan
esta
plataforma
a
menudo
y
tiene
buenas
referencias.
Por
otro
lado,
la
ciudad
de
Nueva
York
endureció
enormemente
sus
normas
sobre
alquileres
a
corto
plazo,
casi
expulsando
a
Airbnb
de
un
mercado
gigante
que
en
los
primeros
días
de
la
web
representaba
aproximadamente
el
80%
de
su
negocio.
En
general,
muchas
ciudades
y
países
tienen
nueva
regulación
para
que
sea
más
complicado
poner
cualquier
casa
en
la
plataforma.
Ciudad
de
México
lo
acaba
de
regular
y
en
España
hay
nueva
normativa.
Un
servicio
cada
vez
más
caro
Uno
de
los
graves
problemas
que
confronta
en
la
actualidad
la
empresa
es
que
los
huéspedes
quieren
gastar
menos
dinero
y
tener
garantizado
un
mejor
producto,
mientras
que
los
anfitriones
están
preocupados
por
posibles
caídas
en
las
reservas
y
sus
resultados.
En
lo
que
respecta
a
los
costos,
la
empresa
ha
tenido
que
mejorar
la
transparencia,
mostrando
el
precio
incluyendo
tarifas
de
limpieza
y
al
mismo
tiempo
brindar
a
los
anfitriones
información
que
garantice
tarifas
nocturnas
competitivas.
Según
Chesky
dijo
en
una
llamada
con
Bloomberg,
los
mencionados
cambios
eran,
de
hecho,
parches
para
tapar
grietas
profundas
en
los
cimientos
de
Airbnb
y
sabe
que
necesitan: «asegurarnos
de
que
los
listados
sean
excelentes,
brindar
un
excelente
servicio
al
cliente
y
ser
asequibles».
El
CEO
recuerda
que
esta
nació
como
una
disruptiva
plataforma
tecnológica
donde
los
“viajeros
aventureros”
podían
comprar
y
vender
productos
(en
este
caso,
habitaciones
o
casas),
procesar
pagos
seguros
y
dejar
reseñas
y
que
ese
sistema
fue
creado «por
una
empresa
mucho
más
pequeña
que
creció”
muchísimo.
Reconoció
que
su
empresa
no
tenía
aun
bien
marcados
los
cimientos
cuando
su
crecimiento
la
desbordó,
y
que
aceptó
ese
enorme
crecimiento
sin
fisuras.
Hay
tres
pilares
fundamentales
que
la
plataforma
quería:
precios
asequibles,
confiabilidad
y
atención
al
cliente
adecuada
cuando
las
cosas
van
mal.
Los
precios
no
suelen
ser
asequibles.
Lo
sabe
cualquier
persona
que
use
Airbnb
a
menudo.
El
mismo
líder
reconoce
que
hay
veces
que
los
clientes
de
la
web
se
encuentran
con
una
tarifa
de
limpieza
muy
alta
en
alojamientos
donde
los
dueños
les
piden
sacar
la
basura
y
dejar
las
sábanas
o
toallas
lavadas.
Chesky
aboga
porque
los
anfitriones
ofrezcan
precios
más
asequibles
y
la
plataforma
está
trabajando
en
brindar
a
los
anfitriones
información
dinámica
“para
que
comparen
los
precios
de
sus
alojamientos
con
otros
en
su
entorno».
Imagen
|
Foto
de
Evangelos
Mpikakis
en
Unsplash
En
Genbeta
|
Gente
que
gana
con
un
trabajo
extra
125.000
más
al
año
da
consejos
a
otros:
ventas
en
Amazon
o
un
canal
de
YouTube
 
            











































