Ahora que vuelven a abrir los bares su digitalización es más importante que nunca

0
326

Uno de los sectores más dañados por la constante ducha escocesa de apertura y cierres, de restricciones de horarios y limitación de aforos ha sido la hostelería. Por eso ahora que poco a poco se recupera la normalidad y vuelven a abrir los bares su digitalización es más importante que nunca.

Cuando pensamos en trabajar de forma productiva siempre tenemos en mente a alguien con un trabajo en una oficina, un ordenador y no tanto a un camarero o un cocinero. Y sin embargo son profesiones que requieren de un alto grado de organización y concentración, que influyen de forma decisiva en el tiempo que se tarda en realizar una determinada tarea o evita cometer errores.

Yo fidelizo, tu fidelizas, el fideliza, el verbo que tiene que conjugar el pequeño comercio

Quiero mi caña puesta antes de sentarme

Un bar o un restaurante digitalizado con éxito va a tener una mayor facturación, por diferentes motivos:

  • Se reducen los tiempos de espera mientras el cliente se sienta, pide y tiene su consumición o su plato en la mesa. Lo mismo podemos decir del tiempo para pedir la cuenta cuando tienen que marcharse.
  • A su vez un sistema digital de comandas permite que un camarero de sala tome pedidos que se transmiten a las diferentes áreas de preparación y reduce el tiempo de espera para que sirvan los platos. Todo esto hace que el servicio sea más fluido y el cliente esté más cómodo y mejor atendido.
  • Se reducen los errores de comunicación y en preparación. Esto implica menos desperdicio y más beneficio por plato.

Optimizar los tiempos de espera en las mesas con aforos reducidos es la mejor garantía para recuperar facturación lo antes posible

  • Se facilita el remonte de la mesa. En locales que antes de la pandemia tenían un sistema que les permitía menos control, ahora apuestan en muchos casos por establecer turnos para comidas, para poder dar dos servicios de comida y cena. Tienen a muchos clientes deseosos de volver a disfrutar y en muchos casos el problema es encontrar una mesa libre. Sobre todo al reducirse los aforos.
  • Mejor control sobre el stock, el coste de cada plato o una mejor organización del almacén. Estos son aspectos que antes quizás no se miraban tanto, pero que ahora que se quiere obtener el mejor rendimiento hay que tener en cuenta. Muchos bares no saben si les sale más rentable ocupar un fuego de su cocina para prepara una tortilla o una paella. Al fin y al cabo el espacio y las zonas de preparación son limitadas y hay que buscar la máxima rentabilidad en cada momento.
  • Las nuevas tecnologías ayudan a aumentar el gasto por comensal. Los locales que ya han implantado una buena carta digital, no un simple PDF igual que el que tenían, que permite a los comensales ver la carta, seleccionar los productos y pasar dicha información al camarero cuando llega a recoger el pedido, aquellos que permiten a los clientes pedir directamente desde la mesa bebidas hacen que al final aumente el gasto por comensal.
  • Clientes más satisfechos que es muchas veces el mejor aval. Un cliente que ha estado cómodo, que volverá y repetirá en el futuro, el mejor aval para la recuperación de cualquier negocio.
No solo es estar cerrado o tener restricciones, muchos clientes gastan menos de media

Lo que al final muchos tienen que aprender después de toda esta situación es que tienen que ser más eficientes, tener mejores herramientas, que el papel y boli siempre ha funcionado, pero hoy en día ha formas mucho mejores para trabajar. Y al final es una inversión que se amortiza en muy poco tiempo. Muchos han visto la utilidad y están esperando a las ayudas de digitalización para mejorar sus sistemas de gestión.

Imagen | MabelAmber en Pixabay