Cuando
el
martes
Google
dio
a
conocer
cómo
sería
su
nuevo
gadget
para
conectar
a
la
tele,
el
Google
TV
Streamer,
sentí
que
me
habían
escuchado:
llevaba
muchísimo
tiempo
pensando
en
un
dispositivo
que
pudiera
competir
de
tú
a
tú
con
las
propuestas
más
ambiciosas
del
mercado
con
el
Apple
TV
o
el
Fire
TV
Cube.
Ha
cumplido
la
práctica
totalidad
de
mis
deseos:
mejor
hardware
con
más
almacenamiento,
Ethernet,
un
mando
mejorado
y
dar
un
paso
más
para
el
control
de
la
domótica.
Está
claro
que
lo
nuevo
de
Google
para
los
televisores
no
es
para
todo
el
mundo,
pero
la
magnífica
experiencia
que
lleva
años
ofreciéndonos
sus
Chromecast
se
quedaba
corta
para
aquellos
usuarios
y
usuarias
más
exigentes
e
intensivos.
Al
confirmarse
su
existencia,
me
alegré
enormemente.
Y
llegó
el
jarro
de
agua
fría:
el
Google
TV
Streamer
decía
hola
y
los
Chromecast,
adiós.
Google
liquidaba
los
Chromecast
HD
y
4K
y
solo
comercializará
el
Streamer.
Craso
error.
No
todo
el
mundo
quiere
un
Streamer.
Ni
lo
necesita.
Ni
va
a
pagarlo

No
voy
a
hablar
del
cambio
de
formato
porque
bueno,
eso
es
algo
subjetivo
y
si
tienes
espacio
en
el
mueble
de
la
tele,
no
es
problema,
pero
sí
de
todo
lo
demás.32
GB
de
almacenamiento
viene
de
lujo
para
quienes
instalamos
muchísimas
aplicaciones.
Un
hardware
más
potente
minimiza
cualquier
lag
incluso
aunque
le
metas
caña.
Poder
controlar
más
dispositivos
inteligentes
con
la
tele
es
un
acierto
en
cuanto
a
comodidad.
Conectarse
a
internet
mediante
cable
es
una
garantía
para
conseguir
buenas
velocidades,
esencial
si
disfrutamos
de
contenido
en
4K.
Todas
estas
características
a
mí
me
vienen
de
lujo,
pero
no
a
la
mayoría
de
los
mortales.
Que
el
Chromecast
de
tercera
generación
se
vendiera
hoy
en
día
me
parecería
un
error,
que
se
vendan
los
Chromecast
4K
y
HD
no.
Más
bien
al
contrario.
Un
dispositivo
que
depende
del
contenido
lanzado
desde
el
móvil
y
dependiente
de
este
es
un
atraso,
pero
lo
que
los
Chromecast
ofrecen
es
más
que
suficiente
en
general.
A
lo
largo
de
los
últimos
años
es
probable
que
el
dispositivo
que
más
he
sugerido
comprar
sea
un
Chromecast
ante
las
preguntas/
dudas/problemáticas
de:
tengo
una
tele
que
no
es
Smart,
¿qué
hago?,
mi
smart
TV
va
a
pedales,
quiero
ver
tal
aplicación
y
no
está
en
mi
tele.
Los
Chromecast
resolvían
todo
lo
anterior
y
lo
hacían
ofreciendo
una
buena
experiencia
a
módico
precio.
Normalmente
la
gente
tiene
una
tele
con
unos
añitos
y
no
necesita
más
que
poder
ver
Netflix,
Max
y
similares
sin
muchas
complicaciones:
encender
la
tele,
un
par
de
toques
al
mando
y
palante.
Muchas
personas
siguen
compartiendo
cuenta,
hay
quien
no
paga
por
contenido
en
4K
y
otras
tantas
ve
apenas
un
par
de
series
a
la
semana.
Gastarse
119
euros
para
eso
supone
un
desembolso
considerable,
más
teniendo
en
cuenta
que
no
le
van
a
sacar
todo
el
partido,
que
hay
alternativas
a
precios
más
atractivos
(paradójicamente,
con
este
movimiento
Google
acaba
de
hacer
la
mejor
campaña
de
marketing
posible
a
los
Fire
TV)
y
que
mientras
que
todo
sube,
las
TV
cada
vez
son
más
baratas.
Y
lo
digo
yo,
que
tengo
un
Smart
TV
TCL
de
2020
con
Android
TV
que
me
costó
299
euros.
Una
versión
Pro
era
necesaria
para
competir
con
las
mejores
propuestas
del
mercado
y
personas
entusiastas,
pero
esa
no
es
la
mayoría
de
la
gente:
para
el
resto
disponer
de
un
dispositivo
bueno,
bonito
y
barato
para
actualizar
su
tele
era
suficiente.
Y
Google
no
tenía
que
hacer
nada,
solo
dejar
sus
Chromecast
HD
y
4K
en
el
mercado.
Ahora
deja
un
hueco
enorme
que
aprovecharán
otros
fabricantes
como
Amazon
y
sus
Fire
TV
o
Xiaomi
y
su
TV
Box
S
(2nd
gen).
Google
tenía
la
oportunidad
de
atacar
en
diferentes
segmentos
y
la
ha
dejado
escapar.
Portada
|
Enrique
Pérez
(Xataka)
En
Xataka
Android
|
El
Chromecast
sirve
para
mucho
más
de
lo
que
parece:
siete
usos
poco
comunes