Quien no tema el ya conocido mensaje del cole advirtiendo de la presencia de piojos en clase, que levante la mano. Yo, desde luego, no puedo hacerlo.
Y cuando llega, toca revisar el cabello con ayuda de la liendrera (el peine de púas juntas especialmente pensado para eliminar estos bichitos y sus huevas). Y si aparece alguno, tratamiento antipiojos y al día siguiente al cole.
Y yo me pregunto. ¿No podemos evitar el contagio? Algunos remedios naturales, como el aceite del árbol del té son muy recomendados por otras madres que aseguran que funcionan contra los piojos. Sin embargo, no hay ninguna evidencia probada de que sean efectivos para combatirlos.
Natural no significa seguro
El piojo es un parásito pequeño, muy habitual en la infancia, que no tiene nada que ver con la higiene, en contra de la creencia popular.
Los tratamientos antipiojos más comunes pueden contener pesticidas, por lo que los padres procuran encontrar alternativas más naturales que sean inocuos para el niño. Entre ellos destaca el aceite del árbol de té para piojos.
Se trata de un aceite esencial destilado de las hojas y ramas frescas de los árboles del té, en particular del Melalenca alternifolia. El líquido incoloro o ámbar pálido que se obtiene de esta planta nativa de Australia tiene también un olor fuerte característico.
Los defensores de este método aseguran que funciona porque nuestro olor humano característico atrae a los piojos, y que las hierbas permiten esconderlo y así prevenir que nos ataquen.
Y que los aceites, como el de oliva o el de té, también destruyen el exoesqueleto de protección de los piojos y los eliminan.
La Asociación Española de Pediatría no comenta nada específico sobre su acción contra los piojos y solo explica que “existen tratamientos en diferentes regiones basados en plantas, como el aceite de árbol del té, coco y diversas plantas aromáticas. Su eficacia y toxicidad dependerán de los preparados que se utilicen”.
Sin evidencia científica probada
Expertos como la doctora en farmacia, María García, conocida por su blog ‘Boticaria García’ no da mucha credibilidad a este tratamiento ‘natural’ y explica en un vídeo su nula eficacia..
De hecho, explica que en la misma etiqueta del aceite se especifica que ofrece una máxima higiene al cabello, lo revitaliza y da brillo, «pero en ningún sitio pone que actúa contra los piojos«.
«No hay evidencia científica de que sirva para prevenir los piojos».
Y, además, añade: «si alguien lee atentamente las instrucciones de este aceite podrá ver que en estado puro no puede tocar el cuello cabelludo, la zona ‘caliente’ donde se concentran los piojos, y que tampoco puede utilizarse en menores de tres años».
Por otro lado, la organización americana contra los pediculosis (que es como se llama a la infestación por piojos), The National Pediculosis Association (NPA, por sus siglas en inglés) asegura que «los remedios no tóxicos son una opción preferible a los pesticidas, pero esto no significa que todo lo que se promociona como ‘natural’ sea seguro».
De hecho, añaden que muchos de los padres que optan por métodos alternativos para terminar con los piojos es porque han fracasado con los pediculicidas farmacéuticos. Pero «sospechamos que si logran resultados con el método natural puede tener que ver con la motivación y el esfuerzo, más que con una propiedad antipiojos del producto».
También asegura que es imposible obtener datos científicos independientes sobre la eficacia y la seguridad de muchas de las diferentes ideas que circulan sobre los remedios llamados ‘naturales’. Y se opone expresamente al uso del aceite del árbol del té que «es promocionado como seguro y natural, a la vez que se asegura que es fungicida y bactericida».
Y es que la organización estadounidense, dependiente del Departamento de Salud de EE.UU. asegura, además, que en este caso lo ‘natural’ es engañoso: si mata organismos, entonces debe ser tratado con cuidado.
Al igual que la Boticaria Garcia, la NPA explica que el aceite de árbol puro está contraindicado en bebés, niños pequeños y mujeres embarazadas. Tampoco debe usarse diariamente y, en dosis altas, puede resultar toxico para el hígado, irritar la piel y provocar una reacción alérgica.
También la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se pronuncia al respecto. Explica que aunque existen algunos estudios sobre la eficacia de este aceite, «todavía no tienen suficiente evidencia para recomendar su uso». Y añade que, por su contenido en terpenos, unos compuestos volátiles, no está demostrado que su uso sea seguro en niños.
La liendrera, la herramienta más efectiva
La misma NPA recomienda como método más efectivo para luchar contra los piojos el uso habitual de las liendreras. Y basa su afirmación en un estudio publicado en el British Medical Journal que encontró que peinar el pelo mojado con un peine especialmente diseñado para piojos fue cuatro veces más eficaz en la eliminación de los piojos que el malatión, la permetrina o el piretrinao butóxido piperyl, componentes químicos que incorporan muchos champús para eliminar los piojos. Además, estos bichitos se están haciendo resistentes al uso excesivo de repelentes.
El peine ideal debe ser de metal, tener dientes largos finamente espaciados, y que tenga sellado el espacio entre el mango y los dientes, de modo que los piojos vivos no se pueden esconder dentro.
Es útil utilizar pinzas o prendedores para dividir el cabello húmedo en pequeñas secciones, y trabajar cada zona por separado. Hay que ir peinando el cabello, depositando los piojos y los huevos en un recipiente con agua y jabón y limpiando la liendrera para asegurarse de que no queda allí ningún bichito no deseado.
No sé lo que pensarás al respecto, pero yo tengo claro que ante la menor duda, mejor no utilizar este remedio mal llamado ‘natural’, sobre todo existiendo tratamientos efectivos, de los que ya hemos hablado.
Según indica la Asociación Española de Pediatría, «las cremas mejor que las lociones y las lociones mejor que los champús» y recomienda:
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Tratamientos con permetrina al 1%, un insecticida que se utiliza también contra los mosquitos y otros insectos y contra los ácaros. Funcionan por neurotoxicidad, atacando el sistema nervioso del parásito. Además, es compatible con la lactancia según e-lactancia.
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La dimeticona al 4% es un compuesto oclusivo que consigue bloquear los orificios a través de los que respira el piojo y ahogarlos. Es especialmente útil cuando la permetrina ya no es efectiva. Son productos menos agresivos para el cuero cabelludo.
Y quien aún no esté convencido, debe saber que todos los expertos aseguran, tal y como también recuerda la OCU, que los estudios indican que ningún repelente químicos o natural ha demostrado eficacia para evitar los piojos. «No existe nada que prevenga futuros contagios y solo la revisión frecuente de las cabezas permite combatirlos».
Fotos | iStock
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