Tras la media sanción que obtuvo durante la mañana del viernes en Diputados, el proyecto de legalización del aborto se prepara para enfrentar el examen más difícil: conseguir la aprobación del Senado y convertirse en ley, algo que quedó trunco en 2018.
El escenario es diferente ahora. Si bien el “poroteo” varía según al sector que se le consulte, los “verdes” cuentan con mejores perspectivas que hace dos años. En aquellos días, el proyecto ingresó en la Cámara alta con un marco desfavorable en las especulaciones previas. Ahora, el sector que apoya la iniciativa asegura tener 36 votos a favor y 35 en contra.
Se espera un ajustado resultado en el Senado y Cristina Kirchner podría definir la votación
Otra proyección sugiere que podría darse un empate y de ocurrir, sería la vicepresidenta Cristina Kirchner la que debería definir por sí o por no. Una situación muy parecida a la que atravesó Julio Cobos en 2008, cuando rechazó la resolución 125.
Los “celestes” ya saben que ahora enfrentarán una parada más compleja. El ala más optimista del sector asegura una votación cerrada. Sin embargo, sufren cuando vaticinan situaciones que en 2018 les resultaron favorables, como el voto de la senadora por Neuquén Lucila Crexell, quien se abstuvo de votar en la aquella sesión y ahora acompañaría la iniciativa.
“Esta vez hay mayor vocación de gente a favor del aborto en el Senado”, señaló días atrás la legisladora en una entrevista al programa radial Mañanas en Red. “Que yo esté a favor de la despenalización es un indicio de cuál es mi posición”, agregó.
Otro revés para los “celestes” es la licencia de José Alperovich tras una denuncia por abuso sexual. Es el senador 72 y votó en contra hace dos años. Sin embargo, podría solicitar su participación en la sesión: el tramite para hacerlo no reviste mayor complejidad.
A último momento, Diputados introdujo modificaciones en el proyecto enviado por el Poder Ejecutivo. Esta serie de cambios podrían repercutir favorablemente en los senadores que tengan ciertas dudas.
Sobre la objeción de conciencia, en el texto original se obligaba a los efectores de salud a garantizar el aborto en el caso de que una persona gestante así lo requiriese. El artículo 11 deja sin efecto esa cuestión, aunque obliga a aquellos efectores “que no cuenten con profesionales para realizar la interrupción del embarazo a causa del ejercicio del derecho de objeción de conciencia” a “disponer la derivación a un efector que realice efectivamente la prestación y que sea de similares características al que la persona solicitante de la prestación consultó”.
A propósito de las personas gestantes menores de 16 años con embarazos no deseados que decidan abortar, se requerirá su consentimiento informado y la asistencia de al menos uno de sus padres, conforme lo dispuesto en el artículo 26 del Código Civil y Comercial, que indica que “la persona menor de edad ejerce sus derechos a través de sus representantes legales”.
Uno de los aspectos de la trama política del proyecto por el aborto legal es su transversalidad. Y así como circuló durante el jueves un mensaje que intentaba persuadir a los diputados oficialistas alineados con la postura “celeste”, corrió con fuerza la versión de que Guadalupe Tagliaferri, senadora del PRO, consensuó con diputadas “verdes” las modificaciones en el texto final.
La estrategia que proyecta Cristina Kirchner
La vicepresidenta giró la media sanción de Diputados a tres comisiones. Una es la Banca de la Mujer, presidida por la pampeana Norma Durango y cuya vice es Guadalupe Tagliaferri. Otra es Justicia y Asuntos Penales, presidida por su fiel ladero Oscar Parrilli. La tercera es Salud y está bajo el ala de un opositor: el radical Mario Fiad.
La comisión cabecera será la comandada por Durango y, además, Cristina Kirchner propuso que el debate sea conducido por una mujer. Mayoría verde y de confianza de la vicepresidenta.
El tratamiento en el Senado comenzará la próxima semana en las comisiones de Justicia y Asuntos Penales y de Salud. En todas, el oficialismo cuenta con los votos para darle dictamen. La intención es que esto ocurra antes del viernes 18 para que el proyecto esté listo para su debate en las sesiones que podrían celebrarse entre el 28 y el 30 de diciembre.