Los antiguos taotistas chinos evitaban eyacular al tener sexo. Eso dio pie a una nueva forma de entender los orgasmos masculinos

0
59

En
el
terreno
de
la
sexualidad,
las
prácticas
que
involucran
el
placer
sólo
o
en
pareja
son
casi
tan
viejas
como
la
humanidad
misma.
Por
ello,
durante
siglos,

los
antiguos
taotistas
chinos

cultivaron
una
visión
del
sexo
profundamente
distinta
a
la
que
predomina
en
la
mayoría
de
las
culturas
occidentales.

Una
de
sus
ideas
más
revolucionarias
(y
más
polémicas
desde
una
perspectiva
moderna)
es
la
creencia
de
que

los
hombres
no
deben
eyacular
durante
el
sexo
.
Esta
práctica,
conocida
como

retención
seminal
,

dio
origen
a
una
nueva
forma

de
entender
el
orgasmo
masculino,
y
hoy
está
resurgiendo
como
referencia
en
los
debates
sobre
el
placer,
la
salud
sexual
y
el
control
de
la
energía
sexual.

Para
ellos,
el
acto
sexual
no
era
simplemente
una
vía
hacia
el
placer
o
la
reproducción,
sino
una
práctica
espiritual,
energética
y
de
autoconocimiento
donde
el
cuerpo
humano
era
un
microcosmos
del
universo,

y
el
sexo
una
poderosa
vía
para
equilibrar
las
energías

del
yin
(femenino)
y
el
yang
(masculino).

Dentro
de
esta
visión,
el
semen
(llamado

jing
,
o «esencia
vital»)
era
considerado
un
fluido
sagrado,
portador
de
la
energía
más
refinada
del
cuerpo
masculino.
Perderlo
con
frecuencia

se
consideraba
un
derroche
de
energía
vital

que
podía
llevar
a
la
fatiga,
la
debilidad
e
incluso
al
envejecimiento
prematuro.

Frente
a
esto,
los
taotistas
desarrollaron
técnicas
para
tener
relaciones
sexuales
prolongadas
y
placenteras
sin
eyacular.
Estas
incluían

respiraciones
profundas,
control
muscular
del
perineo


y
el
esfínter
,
visualizaciones
y
ejercicios
para
redirigir
la
energía
sexual
a
lo
largo
del
cuerpo,
especialmente
hacia
la
columna
vertebral,
el
cerebro
y
los
centros
energéticos
conocidos
como «dan
tians».

Orgasmo
sin
clímax:
un
nuevo
paradigma

Uno
de
los
efectos
más
sorprendentes
de
estas
prácticas
era
la
posibilidad
de
alcanzar
orgasmos
sin
eyacular.
A
diferencia
del
modelo
común
masculino,
en
el
que

el
orgasmo
y
la
eyaculación
van
de
la
mano
,
el
enfoque
taoísta
los
separa
completamente:
el
hombre
puede
experimentar

intensas
sensaciones
de
placer
,
contracciones
musculares
y
un
estado
de
éxtasis

sin
expulsar
semen
.

La
ciencia
moderna
aún
está
explorando
este
fenómeno,
pero

algunos
estudios
en
sexología

sugieren
que
es
posible
separar
ambos
eventos
fisiológicamente.
Además,
se
ha
observado
que
algunos
hombres
que
dominan
estas
técnicas

pueden
experimentar
múltiples
orgasmos
seguidos
,
sin
el
período
refractario
típico
que
sigue
a
la
eyaculación.

At sexo

At sexo

A
pesar
del
placer
que
representa
esta
práctica,
ha
surgido
el
debate
de
si
en
verdad
el
no
eyacular
se
trata

de
una
represión
sexual
y
retención
consciente
.
Para
los
taotistas,
no
se
trata
de
negar
el
placer,
sino
de
refinarlo
y
canalizarlo.
La
meta
no
es
evitar
el
gozo,
sino
prolongarlo,
expandirlo

y
volverlo
una
herramienta

de
crecimiento
personal,

salud
y
conexión
con
la
pareja
.

Los
beneficios
que
se
asocian
a
esta
práctica
incluyen
una
mayor
vitalidad,
mejor
concentración,

control
emocional

y
un
vínculo
más
profundo
con
el
cuerpo.
Sin
embargo,
también
se
requiere
disciplina,
autoconocimiento
y
una
pareja
que
esté
alineada
con
este
enfoque
del
erotismo
como
camino
de
exploración
mutua.

En
las
últimas
décadas,
estas
enseñanzas
han
captado
el
interés
de
quienes
buscan
una
sexualidad
más
consciente
y
menos
centrada
en
el
rendimiento.
Libros
como ‘El
hombre
multiorgásmico

de
Mantak
Chia
y
Michael
Winn
han
popularizado
las
prácticas
taoístas
en
Occidente,
mientras
movimientos
como
el

sexo
tántrico

o
el
sexo
consciente
han
integrado
estos
saberes

a
nuevas
corrientes
de
educación
sexual

en
las
que
los
encuentros
en
pareja
buscan
algo
más
allá
que
el
placer.

Fotos
generadas
con
Sora

En
Trendencias
|

Diversos
estudios
han
confirmado
los
beneficios
de
uno
de
los
más
grandes
tabúes
de
la
masculinidad:
orinar
sentado

En
Trendencias
|

Los
políticos
en
Estados
Unidos
pasan
por
quirófano
antes
de
sus
campañas:
la
moda
de
las
mandíbulas
poderosas
ha
llegado
al
gobierno