Meta,
el
gigante
detrás
de
Facebook
e
Instagram,
sabe
que
la
inteligencia
artificial
(IA)
no
se
alimenta
solo
de
modelos
de
lenguaje.
También
necesita
energía,
mucha
y
estable.
Por
eso
ha
sellado
un
acuerdo
de
20
años
con
Constellation
Energy
para
suministrar
electricidad
nuclear
a
parte
de
sus
centros
de
datos
en
Estados
Unidos.
No
parece
un
gesto
simbólico
ni
una
apuesta
verde
para
la
galería:
es
una
jugada
calculada
para
blindar
su
infraestructura
y
mantener
el
pulso
del
desarrollo
de
la
IA
en
un
mundo
cada
vez
más
competitivo.
El
movimiento
no
es
menor.
La
tecnológica
ha
alcanzado
un
acuerdo
para
que
la
planta
nuclear
Clinton
Clean
Energy
Center,
ubicada
en
Illinois,
alimente
sus
centros
de
datos
de
la
región
a
partir
de
2027.
Se
trata
de
un
reactor
que
estaba
previsto
que
cerrara
en
2017
tras
años
de
pérdidas
financieras,
pero
que
pudo
seguir
funcionando
pese
a
los
desafíos.
Según
la
firma
con
sede
en
Menlo
Park,
el
acuerdo
permitirá
mantener
en
funcionamiento
las
instalaciones,
preservando
más
de
1.100
empleos.
La
nuclear
entra
en
escena
como
solución
energética
para
Meta
La
inversión
de
la
compañía
también
ayudará
a
realizar
las
mejoras
necesarias
para
aumentar
la
producción
energética
en
30
megavatios,
alcanzando
una
capacidad
total
de
1.121
megavatios.
No
está
claro
qué
porcentaje
de
la
energía
eléctrica
producida
utilizará
el
gigante
tecnológico
para
impulsar
su
infraestructura
de
IA,
pero
sí
se
sabe
que
la
producción
actual
alcanza
a
unos
800.000
hogares
estadounidenses.
Mientras
la
demanda
energética
de
los
centros
de
datos
crece
de
forma
exponencial,
la
industria
tecnológica
busca
soluciones
que
no
comprometan
ni
la
estabilidad
del
suministro
ni
sus
compromisos
medioambientales.
En
ese
contexto,
la
energía
nuclear
ha
reaparecido
como
una
alternativa
viable:
no
emite
dióxido
de
carbono
durante
la
generación
y
ofrece
una
producción
constante,
al
contrario
que
las
fuentes
renovables
como
la
solar
o
la
eólica,
que
dependen
de
condiciones
climáticas
variables.
Goldman
Sachs
ya
había
anticipado
este
giro.
En
un
informe
reciente,
el
banco
de
inversión
advirtió
que,
si
el
ritmo
de
adopción
de
la
IA
se
mantiene,
la
demanda
energética
ligada
a
esta
tecnología
podría
multiplicarse
por
160
de
aquí
a
2030.
Para
mantener
ese
crecimiento,
será
necesario
construir
entre
85
y
90
gigavatios
de
nueva
capacidad
nuclear
en
Estados
Unidos.
Y
ahí
es
donde
la
energía
nuclear
entra
en
juego
como
solución
de
alto
rendimiento
y
baja
huella
de
carbono.

Esta
apuesta
de
Meta
no
es
aislada.
Google
ha
avanzado
en
la
misma
dirección
con
acuerdos
como
el
que
mantiene
con
Kairos
Power,
una
compañía
que
desarrolla
reactores
modulares
(SMR)
de
hasta
500
megavatios.
Amazon
también
ha
dado
el
paso
y
ha
firmado
varios
acuerdos
para
impulsar
la
construcción
de
estos
reactores
pequeños
y
avanzados,
incluyendo
proyectos
con
Energy
Northwest,
Dominion
Energy
y
la
startup
X-energy,
que
trabaja
en
reactores
rápidos
de
nueva
generación.
La
energía
nuclear
no
está
libre
de
desafíos.
Su
infraestructura
sigue
siendo
costosa
y
las
preocupaciones
en
torno
a
la
seguridad
y
la
gestión
de
residuos
siguen
presentes,
especialmente
por
el
legado
de
tecnologías
anteriores.
Pero
las
nuevas
generaciones
de
reactores,
como
los
SMR,
prometen
abordar
muchos
de
estos
obstáculos:
con
diseños
más
seguros,
tiempos
de
despliegue
más
cortos
y
costes
potencialmente
más
contenidos.
Para
empresas
como
Meta,
lo
prioritario
parece
ser
garantizar
un
suministro
energético
a
largo
plazo,
sin
sobresaltos
y
con
la
menor
huella
de
carbono
posible.
El
acuerdo
con
Constellation
Energy
refleja
esa
realidad,
pero
queda
por
ver
si
estos
planes
se
materializan
como
está
previsto.
No
sería
la
primera
vez
que
un
proyecto
de
este
tipo
se
complica:
en
2022,
uno
de
sus
intentos
anteriores
en
Idaho
quedó
en
pausa
tras
detectarse
la
presencia
de
una
rara
especie
de
abeja
en
el
terreno
destinado
a
la
infraestructura.
Imágenes
|
Meta
|
Constellation
En
Xataka
|
Récord
mundial
en
fusión
nuclear:
el
reactor
alemán
Wendelstein
7-X
ha
batido
todos
los
registros