Fue
el
último
Note
de
la
empresa
y
el
agrio
final
para
una
familia
que
merecía
seguir
su
andadura:
el
Samsung
Galaxy
Note
20
Ultra
se
vio
relegado
por
los
Fold
y
Flip;
con
el
S
Pen
consagrándose
en
los
Galaxy
S
Ultra.
Le
robaron
los
elementos
distintivos,
el
marco
de
presentación
y
hasta
las
actualizaciones.
Aunque
no
todas:
mi
viejo
Note
acaba
de
actualizarse.
Ha
sido
uno
de
mis
mejores
Samsung
y
sigue
al
pie
del
cañón.
No
como
el
primer
día,
claro,
porque
cinco
años
pesan
hasta
en
el
mejor
teléfono.
Aun
así,
mi
Samsung
Galaxy
Note
20
Ultra
se
mantiene
como
móvil
de
pruebas,
para
instalar
aplicaciones
de
Samsung,
es
perfecto
para
firmar
documentos
(el
S
Pen
es
una
maravilla)
y
su
pantallón
sigue
al
día
a
pesar
de
las
curvas.
Lástima
que
Samsung
lo
haya
dejado
en
One
UI
5.1.
gana
dinero
Samsung:
el
secreto
está
en
el
IPHONE
El
último
Note
ha
seguido
actualizándose.
Pero
se
quedó
en
One
UI
5.1

Samsung
pegó
un
cambio
enorme
en
2022
para
después
reforzarlo
en
2024:
la
política
de
actualizaciones
clave.
Con
los
Samsung
Galaxy
S22
la
marca
extendió
hasta
cinco
años
las
actualizaciones
Android;
y
lo
amplió
hasta
los
siete
años
con
los
Samsung
Galaxy
S25.
Cómo
me
gustaría
que
mi
Note
estuviera
englobado
en
este
último
grupo.
Sí,
es
cierto
que
ha
seguido
actualizándose,
pero
no
da
la
misma
ilusión
recibir
una
versión
nueva
de
Android
que
un
parche
de
seguridad.
Aun
así,
que
se
mantenga
protegido
es
de
agradecer:
marca
la
frontera
entre
sufrir
riesgos
de
privacidad
y
seguridad
o
tener
todos
esos
fallos
parcheados.
No
me
da
problemas
en
el
arranque
de
aplicaciones
actuales,
puede
con
juegos
de
alta
carga
gráfica,
el
software
de
Samsung
sigue
ofreciendo
un
gran
valor
añadido,
es
el
soporte
perfecto
para
consumir
contenido
multimedia
y
las
herramientas
del
S
Pen
hacen
que
siga
valiendo
la
pena
utilizar
un
Samsung
Galaxy
Note
20
Ultra.
Podría
ser
mi
móvil
principal,
incluso
a
pesar
de
haberse
quedado
en
Android
13.
El
tiempo
pasa,
y
no
solo
por
el
hardware:
las
tendencias
entre
los
fabricantes
terminan
marcando
el
futuro
de
los
teléfonos.
Porque
las
novedades
recientes
se
beneficiarán
de
una
política
de
actualizaciones
más
extensa:
si
Samsung
hubiese
tenido
la
estrategia
actual
cuando
yo
compre
mi
Note,
a
día
de
hoy
estaría
a
punto
de
recibir
One
UI
7
con
Android
15.
Y
estoy
convencido
de
que
le
sentaría
muy
bien.
Las
actualizaciones
importan,
pero
hay
que
querer
actualizar

Mi
Note
se
ha
quedado
fuera
de
Galaxy
AI,
de
las
mejoras
que
van
llegando
a
Good
Lock,
de
las
novedades
de
One
UI
y,
por
supuesto,
he
asumido
que
no
va
a
subir
de
versión
Android
a
no
ser
que
instale
una
ROM.
Y
es
una
lástima
que
móviles
tan
capaces
se
queden
fuera
de
todas
esas
ventajas,
sobre
todo
porque
los
fabricantes
están
demostrando
que
resulta
viable
actualizar
por
espacio
de
siete
años.
Por
lo
tanto,
si
antes
no
se
hacía
es
porque
no
se
quería.
Si
ahora
es
posible
extender
las
actualizaciones
Android
durante
siete
años,
¿por
qué
los
fabricantes
no
se
esforzaban
en
hacerlo
antes?
Ver
cómo
se
actualiza
el
Samsung
Galaxy
Note
20
Ultra
casi
cinco
años
después
de
su
lanzamiento
es
de
agradecer.
Y
con
celeridad,
que
Samsung
lleva
los
parches
a
sus
móviles
antes
que
Google
a
los
Pixel.
Aún
así,
siempre
se
puede
mejorar:
el
último
heredero
de
la
familia
Note
merecía
un
final
a
la
altura.
Imagen
de
portada
|
Iván
Linares
En
Xataka
Android
|
Guía
de
supervivencia
para
los
Galaxy «antiguos»:
cómo
suplir
varias
funciones
de
One
UI
7
que
se
han
perdido
por
el
camino