Las
apuestas
son
todo
un
clásico
en
el
deporte
que
en
su
versión
online
han
eclosionado
en
un
enorme
y
lucrativo
modelo
de
negocio
que
no
entiende
de
horas,
ni
de
días
ni
de
deportes,
en
tanto
en
cuanto
puedes
apostar
siempre
que
quieras,
estés
donde
estés
y
ante
los
eventos
más
bizarros.
Y
como
siempre,
la
banca
siempre
gana…
o
no.
Corrine
Durber
es
una
jardinera
de
Gloucestershire
(Reino
Unido)
que
allá
por
2020
decidió
echar
una
partida
al ‘Sombrero
loco’
(Wild
Hatter,
en
inglés)
en
su
iPad,
una
suerte
de
tragaperras
que
combina
dos
ruletas,
una
con
frutas
y
otra
de
la
fortuna.
En
esa
ocasión
desafió
a
la
probabilidad
y
se
llevó
el ‘Monster
Jackpot’,
el
premio
gordo:
algo
más
de
un
millón
de
libras,
algo
así
como
1,192
millones
de
euros.
Un
error
informático
le
hace
ganar
más
de
un
millón
de
libras
Lo
normal
no
es
ganar
en
los
juegos
de
apuestas
y
mucho
menos
esas
cantidades,
así
que
la
jardinera
se
dispuso
a
solicitar
su
premio
y
a
disfrutar
así
de
su
jubilación.
La
respuesta
de
Paddy
Power
fue
que
su
victoria
no
era
tal,
sino
que
había
ganado
por
un
error
informático,
más
concretamente,
un
fallo
de
programación
por
el
cual
aunque
había
ganado
el
premio
diario,
un
bug
afectó
a
las
animaciones
del
juego
mostrando
el
resultado
incorrecto.
Por
este
motivo
en
un
inicio
le
dieron
20.265
libras
(unos
20.000
euros),
explicándole
que
en
realidad
lo
que
había
ganado
era
el
bote
diario.
Durber
no
se
quedó
con
los
brazos
cruzados
y
denunció
los
hechos
y
a
la
empresa
PPB
Entertainment
Limited,
que
opera
como
Paddy
Power
y
Betfair,
al
Tribunal
Superior.
Casi
cinco
años
después,
la
ley
le
ha
dado
la
razón:
Paddy
Power
tendrá
que
pagarle
más
de
un
millón
de
euros
por
incumplir
su
contrato
con
la
jugadora
al
no
darle
lo
que
se
mostró
en
la
pantalla.
De
hecho,
ganó
el
caso
sin
necesidad
de
juicio.
Recoge
la
BBC
que
el
juez
Ritchie
explicaba
que
la
idea
de
que ‘Lo
que
ves
es
lo
que
ganas’
es
clave
en
el
juego
y
que
además,
‘cuando
un
comerciante
pone
todo
el
riesgo
sobre
un
consumidor
por
su
propia
imprudencia,
negligencia,
errores,
servicios
digitales
inadecuados
y
pruebas
inadecuadas,
eso
me
parece
oneroso‘.
Las
conclusiones
del
juez
se
recogen
en
un
documento
de
62
páginas
donde
se
habla
explícitamente
de
que
objetivamente,
los
clientes
quieren
y
esperan
que
lo
que
se
vea
en
la
pantalla
sea
preciso
y
correcto,
exactamente
igual
que
cuando
te
personas
en
un
casino
físico
y
juegas
a
la
ruleta.
Así,
que
el
resultado
del
generador
de
números
aleatorios
fuera
diferente
al
resultado
de
la
pantalla
de
inicio
por
un
error
humano
al
mapear
el
software,
un
hecho
que
había
afectado
a
14
jugadas
en
48
días,
recae
exclusivamente
en
la
empresa
suministradora
del
servicio
y
no
sobre
la
cliente.
Un
portavoz
de
PPB
se
ha
disculpado
por
el
caso,
asegurando
que
están
revisando
la
sentencia
y
que ‘se
esfuerzan
por
brindar
la
mejor
experiencia
posible
al
cliente
y
nos
enorgullecemos
de
ser
justos.’
Por
su
parte,
Durber
respira
aliviada
y
feliz
porque
el
juez
haya
confirmado
que
su
victoria
fue
justa,
si
bien
se
pregunta
si
no
habría
sido
mejor
que
le
hubieran
dado
el
dinero
sin
este
tormento
legal.
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