Puede
que
no
sea
de
lo
más
fotogénico,
pero
este
pastel
de
berenjena
y
tomate
es
una
delicia
jugosa
facilísima
de
hacer
que
puede
solucionar
muchas
comidas
y
cenas
en
casa.
Sin
añadir
lácteos
de
ningún
tipo
y
abierta
a
muchas
formas
de
personalizarla,
es
una
receta
que
sabe
a
comida
casera,
saciante
sin
ser
pesada
y
que
se
puede
dejar
lista
con
antelación.
Tiene
la
ventaja
de
que
no
tenemos
que
estar
cortando
la
verdura
con
maña,
pues
aquí
no
necesitamos
láminas
ni
rodajas
o
cintas
de
berenjena,
y
tampoco
la
vamos
a
freír
o
pasar
por
la
plancha.
El
tomate
puede
ser
natural,
en
conserva
o
podemos
usar
tomate
frito
casero
que
tengamos
ya
hecho,
incluso
una
buena
salsa
de
tomate.
Si
los
piñones
no
te
gustan,
omítelos
o
sustitúyelos
por
algún
fruto
seco.
[[récipe:
{}]]
al
horno
rellenos
de
salmón
y
huevo
Con
qué
acompañar
el
pastel
de
berenjena
al
horno
Por
sí
solo
este
pastel
salado
es
un
plato
saciante
si
nos
servimos
una
buena
ración,
pero
también
funciona
estupendamente
bien
como
primer
plato
antes
de
un
pescado
al
horno
o
a
la
plancha,
unas
pechugas
de
pollo
o,
por
ejemplo,
unas
albóndigas
de
legumbres.
Se
puede
enriquecer
añadiendo
queso
para
gratinar
o
dándole
un
toque
picante
con
alguna
guindilla
en
la
salsa
de
tomate.
En
Vitónica
|
Curry
vegano
de
berenjena
con
soja
texturizada
En
Vitónica
|
Berenjenas
rellenas
de
pisto
de
calabacín:
receta
saludable
Pelar
las
berenjenas,
trocear
en
piezas
no
muy
pequeñas
y
poner
a
cocer
con
un
poco
de
agua
en
una
cazuela,
tapada,
hasta
que
estén
muy
tiernas.
Escurrir,
dejar
enfriar
un
poco
y
chafar
con
un
tenedor
para
formar
una
especie
de
pasta
cremosa.
Salpimentar
ligeramente.
Precalentar
el
horno
a
200º
C.
Preparar
un
sofrito
ligero
pochando
la
cebolleta
muy
picada
con
el
tomate
y
un
poco
de
aceite,
hasta
que
esté
todo
muy
blando
y
se
haya
evaporado
bastante
el
agua.
Mezclar
con
la
berenjena,
salpimentar
de
nuevo
un
poco,
aderezar
con
comino
en
grano
y
tomillo
y
añadir
piñones
al
gusto.

Aparte
batir
ligeramente
los
huevos
y
engrasar
una
fuente
rectangular
con
un
poco
de
aceite.
Mezclar
los
huevos
con
la
verdura
con
movimientos
envolventes
y
verter
en
la
fuente.
Coronar
con
pan
rallado
y
levadura
de
cerveza
en
copos
-opcional-,
más
un
poco
de
pimienta
y
tomillo.
Hornear
durante
unos
20-30
minutos,
hasta
que
esté
bien
dorada.