Las restricciones que imponen las dietas de adelgazamiento nos llevan por el camino de la amargura cuando convertimos nuestras delicias favoritas en alimentos «prohibidos». Ya sabemos que están condenadas al fracaso por el efecto rebote, sobre todo si después hacemos como Dani García, celebrando el final de la dieta con una gochez digna de esos vídeos que a veces se viralizan desde Estados Unidos y sus mezclas imposibles.
El chef malagueño compartía hace unos días en su cuenta de TikTok la, digamos, receta, de un postre muy particular que, según contaba, estaba dedicado a un amigo. Este le había pedido un regalo para festejar el fin de 100 días de dieta, que suponemos le tendrían amargado y suspirando por darse un buen homenaje con todo aquello que se aleja del objetivo de adelgazar. Como, por ejemplo, un dónut.
Cómo convertir un dónut en una bomba
Ni corto ni perezoso, el multipremiado chef se puso manos a la obra para engalanar un par de dónuts glaseados comerciales, no solo vistiéndolos como un postre digno de sus restaurantes de alta cocina, sino multiplicando también el azúcar, la grasa y las calorías.
Su receta especial está bautizada como dónuts a la crema, y consiste en preparar una salsa de crema de caramelo en la que cocina los bollos, para después glasearlos con mucha mañana y coronarlos con una quenelle de helado de vainilla, y crujiente de barquillo.
@chefdanigarcia Donuts a la crema💥 un amigo me ha pedido como regalo una receta para terminar 100 días de dieta por todo lo alto. Toma! 🔥🍩 #danigarcia #donuts #receta #foodporn ♬ Love You So – sxntrr
A pesar de que no nos especifica detalles, es fácil imitar la elaboración, si nos apetece darnos un homenaje hipercalórico semejante, no apto para paladares poco golosos. La base de la crema es una salsa de crema de caramelo que comienza caramelizando azúcar blanco en una sartén, para después añadir nata líquida de cocina, una especie de salsa de toffee, pero enriquecida.
Primero se deja fundir el azúcar (que cubra todo el fondo) sin remover, hasta que se forma el caramelo dorado, y luego se echa un brick pequeño de nata de cocina. Una vez ha hervido y reducido ligeramente, se echan dos cucharadas de mantequilla, y cuando se han integrado, el chef agrega además un chorro de crema de licor, tipo Baileys. Es el momento de agregar los dónuts dejando que se empapen bien, a medida que reduce la crema.
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Finalmente García emplata el dónut escurriendo ligeramente la crema, los salsea con la crema usando una manga pastelera y corona con el helado sobre el agujero, añadiendo el toque crujiente final de barquillos tipo neulas machacados con las manos. Casi nos falta un poco de nata montada, chocolate fundido o azúcar glasé. De perdidos al río.
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