«Mejor que pasen los minutos cuando el VAR revisa las jugadas, hay más chances de que sea gol».
Acostumbrado a convivir con el offside por su estilo de juego, Wanchope Ábila ya parece conocer de memoria el accionar de la tecnología. Acaso lo que dijo post triunfo de Colón contra River demuestre en parte el pensamiento colectivo: mientras más se tarde en tirar las líneas y comprobar una supuesta posición adelantada, más chances hay de que convaliden el gol. Los casi seis minutos que se tomaron en Ezeiza convalidan la teoría…
Sí, desde los 26′ del segundo tiempo hasta pasados los 31′ se chequeó si Ramón tenía el hombro más adelante que el pie derecho de Mammana. Y, efectivamente, eso no fue así: Loustau señaló la mitad de la cancha y el ex Boca lo festejó de manera medida, como si la euforia se hubiera consumido con el correr de los minutos de acción de la tecnología.
«Ya no sufro con el VAR, sufre la gente que está en la cancha. Me enfoco en terminar las jugadas, Dios dirá si estoy habilitado o no», reveló el autor del único gol de la noche. Dios (Héctor Paletta, quien estuvo a cargo del VAR, en este caso) le había anulado un tanto en los primeros segundos del complemento por una posición adelantada milimétrica, aunque quizás Wanchope -aplicando su teoría- ya esperaba que Loustau tomara esa decisión porque se demoró la mitad del tiempo que en el gol que le dio.
Las dos definiciones fueron dignas del viejo Ábila, ese que brilló en Huracán y cumplió en Boca: en la primera, mano a mano con Armani, abrió el borde interno y colocó el remate abajo al segundo palo; mientras que en el segundo, se sacó al arquero de encima con un control orientado y convirtió de zurda, con el arco a su merced.
«River es un gran equipo, de los mejores del continente y siempre se va a sufrir. Tienen grandes jugadores, pero les supimos jugar de igual a igual», analizó Wancho, un jugador que ya está acostumbrado a marcarle al equipo de Gallardo: le metió uno con el Globo y dos con el Xeneize (el de la ida de la final de la Libertadores 2018, el más recordado), además del de este miércoles en la noche santafesina.
En la previa, entre los hinchas del Millo en redes ya era tendencia que Ábila (encima con la 12 en la espalda) iba a convertir. Y dicho y hecho, más que nada en estos días de sequía de River. Encima, las tardanzas del VAR hasta le permitieron bromear y crear una teoría más que válida al goleador Wanchope…
El gol que le anularon y el que le dieron