España desplegó militares en la frontera con Marruecos ante la llegada de miles de migrantes
España desplegó este martes militares en la frontera con Marruecos después de que por segundo día consecutivo miles de personas intentaran ingresar al enclave español de Ceuta, en medio de una disputa diplomática cada vez más tensa con Rabat que incluyó la convocatoria de sus embajadores.
Unos 8.000 migrantes, entre ellos al menos 1.500 menores, ingresaron desde el lunes al enclave norafricano, de los cuales la mitad ya fueron devueltos a Marruecos, informó el Ministerio del Interior español en un comunicado en el que señaló que se enviarán más agentes de policía, mientras que los equipos de extranjería trabajarán las 24 horas para «agilizar los trámites» para retornar a los migrantes a sus países de origen.
La afluencia de migrantes alimentó la disputa diplomática entre España y Marruecos en relación a la región del Sahara Occidental y generó una crisis humanitaria en Ceuta, la ciudad española de 85.000 habitantes en el norte de África, separada de Marruecos por una valla.
El presidente español, Pedro Sánchez, quien canceló un viaje a París y voló a Ceuta, llamó a los «amigos» de Marruecos a «respetar la frontera compartida», reportaron medios españoles.
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España devolvió migrantes a Marruecos.
Sin embargo, Marruecos decidió a llamar a consultas a su embajadora en España después que el Gobierno español le expresara su «disgusto» por «la entrada masiva de migrantes marroquíes a Ceuta», enclave español al norte de Marruecos.
Las ciudades de Ceuta y Melilla son dos enclaves españoles en África bañados por las aguas del mar Mediterráneo, los únicos territorios europeos en suelo africano y las únicas fronteras terrestres entre ambos continentes.
En tanto, más de medio centenar de personas están desaparecidas tras el naufragio de un barco que zarpó desde Libia a Europa, informó el ministerio de Defensa de Túnez.
Unas 90 personas que buscaban ingresar de forma clandestina a Europa iban a bordo, en tanto un grupo de 33 sobrevivientes, la mayoría de origen bangladesí, fueron rescatados tras haber alcanzado la plataforma petrolera marítima Miskar, en el sur de Túnez, cuyas autoridades buscaban trasladarlos al puerto de Zarzis, cercano a la frontera libia.
Túnez socorre regularmente a migrantes que partieron de la vecina Libia y cuyo barco naufragó en el Mediterráneo Central, una de las rutas más mortíferas, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
De acuerdo a datos del Ministerio del Interior español, 7.000 personas cruzaron la frontera desde la madrugada del lunes, entre ellas, 1.500 menores, y al menos 3.800 adultos ya fueron devueltos a Marruecos en virtud de un acuerdo firmado hace tres décadas para expulsar a todos los que crucen la frontera nadando.
Miles de migrantes entraron al vecino enclave español de Ceuta
Un joven se ahogó y decenas de personas fueron atendidas por hipotermia o pequeñas heridas, informó la Cruz Roja en Ceuta, que estaba realizando pruebas de coronavirus a los recién llegados.
Las autoridades marroquíes cerraron este martes la ruta que conduce al puesto fronterizo de Ceuta, donde desplegó antidisturbios para dispersar a posibles migrantes.
La principal funcionaria de migración de la Unión Europea (UE), Ylva Johansson, describió los incidentes como «preocupantes» y pidió a Marruecos que, en primer lugar, impida que la gente parta.
La flexibilización de la vigilancia fronteriza de Marruecos se produjo después de que España decidiera otorgar la entrada para tratamiento médico al jefe del Frente Polisario, un grupo que lucha contra Marruecos por la independencia del Sahara Occidental.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Marruecos dijo que la medida de Madrid para ayudar al líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, era «incompatible con el espíritu de asociación y buena vecindad» y prometió que habrá «consecuencias».
El Gobierno español, sin embargo, rechaza oficialmente la idea de que Marruecos esté castigando a España por una acción humanitaria.