Los niños pueden estallar en rabietas cuando menos lo esperamos, sobre todo cuando son pequeños y su capacidad de verbalizar lo que sienten es todavía reducida. Todos sabemos que las rabietas son una parte normal de su desarrollo, pero lo cierto es que a veces puede resultarnos muy complicado manejarlas.
Por eso, hoy queremos proponeros una serie de manualidades para hacer con los niños y a las que poder recurrir cuando necesite calmarse o expresar sus emociones. Os recordamos que el uso de este tipo de recursos siempre debe estar guiado por un adulto, pues el aprendizaje de la gestión emocional requiere siempre de un acompañamiento amoroso y respetuoso.
Crear un rincón de la calma
Aunque no se trata de una manualidad propiamente dicha, acondicionar un espacio en nuestra casa para poner en práctica el ‘tiempo fuera positivo’ es una actividad que requiere de imaginación y creatividad, y en la que podrán participar todos los miembros de la familia.
Estos son los pasos que debes dar para crear tu rincón de la calma:
- Elegid el rincón de la casa que queréis acondicionar
- Decoradlo entre todos los miembros de la familia con aquellos elementos que cada uno elija y que os aporten calma y felicidad (cuentos, música relajante, cojines o almohadas, pelota antiestrés, muñeco de apego…)
- Bautizad vuestro rincón con un nombre positivo e inspirador que elijáis entre todos (por ejemplo, «el país de la calma», «el rincón de la fantasía»…).
Si quieres leer más sobre cómo utilizar el tiempo fuera positivo, pincha aquí.
Frasco de la calma
El frasco de la calma no es más que tarro de cristal lleno de agua con purpurina. Pero a efectos prácticos es mucho más, pues se trata de una herramienta que, bien empleada, puede ayudar al niño a calmarse y relajarse cuando lo necesita.
Aunque resulta especialmente útil para niños pequeños, el frasco de la calma podría ayudar también a los adolescentes con ansiedad o estrés, y a los adultos, como lo haría cualquier otro recurso de meditación o relajación.
A continuación te compartimos este genial vídeo que hemos visto en el canal de Youtube ‘El Método Montessori’ y que nos explica paso a paso cómo elaborar nuestro propio frasco de la calma.
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Si quieres leer más sobre cómo utilizar el frasco de la calma, pincha aquí.
Tarjetas para identificar emociones
Las «tarjetas de emociones» son un recurso muy práctico que podemos descargar de Internet o bien elaborar nosotros mismos de forma muy sencilla. Son una herramienta fabulosa para ayudar a los niños más pequeños a expresar cómo se sienten cuando las emociones les desbordan y no saben expresarlas con palabras.
Para los padres este recurso es muy útil, ya que nos ayuda a entender el por qué de las frustraciones infantiles y así poder ayudar a nuestros hijos a manejarlas.
Puedes elaborar tus propias tarjetas siguiendo estos sencillos pasos:
- Dibujad o buscad ilustraciones en Internet que representen aquellas situaciones habituales que suelen alterar a tu hijo (por ejemplo, tener hambre o sed, tener sueño, pelearse con otro niño, irse a la cama, tener miedo…)
- Imprime estos dibujos en tarjetas de 10×10 cm y fórralas para evitar su deterioro
- Explica al niño qué significa cada una de las ilustraciones y cuéntale cómo pueden ayudarle estas tarjetas a comunicarnos una necesidad o una causa que surja en un momento dado y que le genere malestar
Si quieres leer más sobre este método para expresar emociones, pincha aquí.
Dado de las emociones
Este juego es perfecto para reconocer emociones y ayudar a los más pequeños a verbalizar aquellas situaciones que les producen las emociones plasmadas en el dado. Tirad el dado, identificar la emoción que ha salido y responded: ¿qué cosas te ponen triste? ¿Qué cosas te enfadan? ¿Qué te produce alegría?
En este sencillo tutorial, visto en el canal ‘Mamá a Mamá PR’ nos explican cómo hacer un dado de las emociones:
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Libro de las emociones
Nos ha gustado mucho esta idea que hemos visto en la web iheartcraftythings consistente en elaborar un libro con caras que expresen diferentes emociones. Para hacerlo tan solo tendremos que dibujar varios rostros y recortarlos en tres partes: por un lado los ojos, por otro la nariz y por otro la boca. Debemos asegurarnos de que cada cara tiene una expresión distinta (enfado, sorpresa, amor, miedo, timidez…)
Después, uniremos por separado mediante anillas todas las hojas en las que hayamos dibujado los ojos, todas aquellas que contengan las narices y por otro lado las de las bocas. A continuación pegaremos la parte posterior en un bloc o cartulina y así habremos creado nuestro libro de emociones.
Después de elaborarlo podemos darle varios usos; desde componer diferentes caras a modo de rompecabezas, hasta utilizar el libro para animar al niño a hablar sobre cómo se siente o qué situaciones provocan sus diferentes estados emocionales.
Mandalas
Colorear mandalas es una excelente actividad para ayudar a los niños a conectar consigo mismos, alcanzar un estado de calma y relajarse. Además, favorece la concentración, la paciencia, desarrolla la creatividad y despierta los sentidos.
En esta web podéis imprimir las mandalas que más os gusten para colorear. Están clasificadas por temáticas, como por ejemplo, animales, estaciones del año, Navidad y otras festividades…
Molinillos de viento
La respiración es un método infalible para calmar la ansiedad. Algo tan simple como respirar consciente y profundamente funciona muy bien para tranquilizar a los niños cuando se enfadan, se sienten tristes o pierden el control.
En el canal de Youtube ‘Papelísimo‘ hemos encontrado este bonito tutorial para fabricar un molinillo de viento en papel, y así ayudar a los niños a calmarse mediante la respiración y el soplido:
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Si queréis leer más sobre los beneficios que aporta la respiración como método de relajación, pinchad aquí.
El monstruo de los colores
Seguro que todos los peques conocen el famoso libro ‘El monstruo de los colores’. Este cuento asocia cuatro colores a las emociones más básicas, ayudándoles a identificarla de forma divertida y original.
Con este videotutorial que os compartimos, podréis elaborar vuestros propios monstruos de colores utilizando rollos de papel higiénico, en los que plasmaremos la tristeza, la calma, la alegría, la ira y el miedo a través del azul, el verde, el amarillo, el rojo y el negro. Podréis añadir tantas emociones y colores como queráis.
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Gusanito de las emociones
La dinámica de esta actividad es muy similar a la anterior, pero en esta ocasión el protagonista no un es monstruito sino un gusano que podemos hacer más o menos largo en función de las emociones queramos plasmar.
En este video tutorial que os compartimos nos explican paso a paso cómo fabricar nuestro gusanito de las emociones y qué diferentes usos podemos darle para ayudar a los niños a expresar lo que sienten en un momento dado.
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Emojis de emociones
En el canal ‘¡Qué divertido es aprender!’ hemos encontrado esta idea sencilla y divertida para elaborar emojis que representen diferentes emociones. Es una manualidad tan simple que incluso pueden hacerla los más pequeños, pues tan solo tendremos que recortar círculos en cartulina o goma eva (o para hacerlo más sencillo todavía, podemos emplear platos desechables cartón), pintar los ojos y la boca según la emoción que queremos transmitir y pegar un palito para utilizarlas a modo de careta.
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El juego de las caritas
Otra manualidad similar, pero que puede darnos mucho juego, consistiría en dibujar en una cartulina una figura humana sin rostro, pues este irá variando en función de la emoción que queramos transmitir. Para ello utilizaremos tapones blancos de botella en donde pintaremos varias caras con expresiones diferentes, según el estado emocional que deseemos. Iremos superponiendo sobre la figura uno u otro tapón según corresponda.
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La ruleta de la calma
La ruleta de la calma está pensada para ayudar a los niños a tranquilizarse ante un estadillo emocional, con el objetivo de que puedan tomar decisiones o solucionar lo ocurrido desde la calma. Consiste en una rueda con distinta opciones para que el niño elija la que prefiera cuando necesite dominar esas emociones que le invaden.
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En este vídeo que hemos visto en el canal Truco y Educo nos explican de forma detallada cómo realizar la ruleta y qué usos podemos darle. Pero además de la elaboración de la ruleta propiamente dicha, tendremos que preparar otras manualidades adicionales, pues como podéis ver en el vídeo, la rueda ofrece hasta nueve opciones diferentes, algunas de las cuales también requieren preparación.
Tal sería el caso de:
La caja de la calma
Se trata de técnica sensorial que ayuda a los niños a la relajación a través de la manipulación de elementos naturales, como la arena o el agua. Es muy sencilla de fabricar, pues basta con llenar de arena fina una caja de cartón y ofrecérsela al niño para que la manipule cuando necesite calmarse.
En este otro vídeo nos dan ideas para decorarla y personalizarla:
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Bolas antiestrés
Podemos fabricarlas rellenando de arroz, harina o azúcar unos globos, y ofrecérselas al niño para que las manipule cuando se sienta nervioso, ansioso o estresado.
Os compartimos este vídeo en el que nos muestran cómo hacer pelotas antiestrés. ¡Mucho cuidado con los globos si vais a hacer esta actividad con niños!
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Jardín Zen
Es frecuente encontrar este tipo de accesorios como parte de la decoración, pero los jardines Zen en miniatura son un recursos muy utilizado para calmar la ansiedad y el estrés, mejorar la concentración o ayudarnos a reflexionar.
En Youtube encontrarás un sinfín de tutoriales sobre cómo fabricar tu propio jardín Zen utilizando diferentes materiales como sal o arena fina (si tienes la suerte de vivir cerca del mar puedes incluso utilizar arena de playa), piedras o cantos rodados que podéis decorar vosotros mismos, velas de led, pequeñas plantas, piedrecitas decorativas de colores…
Os compartimos un tutorial muy sencillo y básico para empezar:
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Foto de portada | iStock
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