Cuando pensamos en perder peso, la mayoría tenemos una idea muy clara de por dónde querríamos empezar a adelgazar: los michelines de la barriga, la grasita de los brazos, unos cuantos centímetros en los muslos…
En ese empeño, mucha gente se dedica a machacar en el gimnasio esas partes de su cuerpo, haciendo muchos ejercicios destinados a quemar grasa justo en esas zonas localizadas y olvidándose de entrenar el cuerpo al completo, con la idea de que así podrá quemar grasa justo en esas zonas. En esta misma idea se basan muchos mensajes publicitarios que venden máquinas o métodos de entrenamiento enfocados sobre todo a la zona abdominal.
Pero, ¿funciona esto realmente? ¿Puedes elegir por dónde empezar a quemar grasa? Pues no exactamente, y la ciencia nos explica por qué.
Cómo funciona la quema de grasa
Para entender por qué quemar grasa en un punto concreto no es posible hay que entender cómo funciona la quema de grasa en nuestro cuerpo.
La grasa se almacena en nuestro cuerpo en forma de triglicéridos, que se reservan para ser utilizados como fuente de energía cuando ésta sea necesaria. Pero antes de ser quemados, los triglicéridos deben ser despiezados o divididos en otras moléculas más pequeñas, ácidos grasa y glicerol, para que puedan entrar en el torrente sanguíneo.
Bien, pues cuando hacemos ejercicio, los ácidos grasos y el glicerol que nuestro cuerpo utiliza como fuente de energía no provienen de la grasa cercana a los músculos que estamos empleando, sino que pueden proceder de cualquier parte del cuerpo.
Los estudios que lo demuestran
Además de que esa posibilidad no coincide con la forma en que sabemos que el cuerpo quema grasas, varios estudios han demostrado que entrenar focalizándose en la zona en que queremos adelgazar no funciona.
Por ejemplo, este estudio, realizado con 24 personas, demostraron que entrenar durante 6 semanas enfocándose en los abdominales no supuso una pérdida de grasa abdominal.
Este otro estudio hizo un seguimiento de 40 mujeres con sobrepeso u obesidad durante 12 semanas, y encontró que hacer entrenamientos de resistencia enfocados a los abdominales no tuvo ningún efecto respecto a la grasa abdominal, especialmente al compararlo con otras mujeres que solo llevaron a cabo un cambio alimentario.
No es que entrenar no sirva para quemar grasa. En este otro estudio, 104 participantes llevaron a cabo durante 12 semanas entrenamientos centrados en su brazo no dominante (el izquierdo los diestros y el derecho los zurdos). Al terminar, los científicos comprobaron que el porcentaje de grasa corporal había disminuido, pero se trataba de un efecto generalizado en todo el cuerpo y no centrado en el brazo ejercitado por cada uno.
Estos son solo algunos de los estudios que han demostrado que no es posible quemar grasa localizada en un punto del cuerpo ejercitando solo esa zona.
Para quemar grasa, busca el déficit calórico
Tal y como explica este artículo de la revista Yale Scientific, existe otro motivo por el que la quema de grasa focalizada no funciona: los ejercicios con los que se intenta en realidad no queman demasiadas calorías.
Hacer ejercicios de fuerza es una forma eficaz de aumentar la masa muscular y con ello el consumo calórico de nuestro cuerpo, pero deben ser ejercicios bien diseñados y mejor si involucran a varios grupos musculares, en vez de centrarse en una sola zona del cuerpo.
En resumen, si quieres perder grasa, lo mejor que puedes hacer es vigilar bien tu alimentación para asegurarte de que aportas a tu cuerpo menos calorías de las que quema, provocando así un déficit calórico que es el único truco para perder masa grasa. Hacer ejercicio es una buena forma de favorecer ese déficit, pero teniendo en cuenta que no puedes decidir por qué zona del cuerpo empezar a quemar grasas.
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