Como en todas las recetas de pasta italiana, hay que comenzar preparando la salsa, para después mezclarla con la pasta sin que ésta tenga que esperar, para así tomarla justo en su punto, al dente, recién hecha. Picamos un diente de ajo y lo salteamos con un poco de aceite de oliva en una sartén.
Cuando empiece “a bailar” añadimos las coquinas que previamente habremos tenido en remojo para que suelten la arena que pudieran tener, y la copa de vino. Entonces ponemos la tapa a la sartén para que las coquinas se abran rápidamente con el vapor.
Ponemos a calentar una cacerola con agua abundante y sal, y cuando esté cociendo incorporamos la pasta dejando que cueza el tiempo que indique el fabricante. Escurrimos los espaguetis cuando estén en su punto y los repartimos en los platos.
Sacamos las coquinas a una fuente y repartimos la salsa sobre la pasta, decorando con buena cantidad de las coquinas y una vuelta de molinillo de pimienta negra. Como las coquinas son muy pequeñas, no hay que escatimar para que el plato resulte bien sabroso.