Google está centralizando esfuerzos este 2019 en intentar mejorar (a su juicio) la forma en la que muestra los anuncios a los usuarios. En el mes de agosto se anunciaron medidas para «garantizar la transparencia y control de la publicidad digital», aplicando dichos cambios en Chrome de forma principal.
Tras este anuncio, Google vuelve a utilizar su blog para explicar los cambios que llegarán respecto a la forma de mostrar publicidad a los usuarios, ayudándose del aprendizaje automático para administrar la frecuencia con la que se muestran dichos anuncios.
El aprendizaje automático, al servicio de los anuncios en Google
Google afirma que en las próximas semanas empezará a utilizar el aprendizaje automático para mejorar la forma en la que se administran los anuncios en Google. Empezará con Display & Video 360, una de sus plataformas para empresas, aunque afirman que, en el futuro, estos cambios llegarán a los anuncios de Google Ads.
Google afirma ser capaz de crear modelos que predicen patrones de tráfico, permitiendo a posteriori regular la cantidad de anuncios que ven los usuarios en base a dichos patrones
Según explican, mediante aprendizaje automático, son capaces de crear modelos que predicen patrones de tráfico, para posteriormente regular la cantidad de anuncios que reciben los usuarios cuando entran en las páginas web. Del mismo modo, afirman que estos datos que recogen los modelos no se comparten con terceros.
El propósito de Google es mejorar la frecuencia con la que los usuarios ven anuncios, sin perjudicar por el camino a las propias páginas web, cuya principal fuente de ingresos son dichos anuncios y siendo trágico el perderlos, como vimos en el caso de Viagogo. Además de la frecuencia, se pretende minimizar el número de visualizaciones de anuncios repetidos, algo que según Google se debe al bloqueo de cookies (que provocaría que los anunciantes no puedan limitar la cantidad de veces que alguien ve su anuncio).
Quedará por ver en qué se traduce esta «mejor gestión» a la hora de mostrar anuncios, ya que una buena o mala frecuencia no deja de ser algo subjetivo, y serán los propios usuarios finales los que tengan que valorar si el cambio ha sido a mejor o no.
Vía | Google