La intoxicación por productos tóxicos domésticos es la segunda causa más frecuente de intoxicaciones en la infancia, y muchos padres no saben cómo actuar o actúa de forma incorrecta en estos casos. Por tanto, vamos a ver qué debemos hacer si el niño ingiere lejía, detergente o cualquier otro producto de limpieza.
Al ver o sospechar que nuestro hijo puede haber ingerido algún producto tóxico la primera reacción puede ser la desesperación, por eso conviene estar informados sobre lo que se debe hacer y lo que no se debe hacer en caso de que un niño haya ingerido algún producto de limpieza como lejía, amoníaco, sosa cáustica, desatascadores, detergentes, fregasuelos, lavavajillas, limpia metales, aguarrás, limpia WC, etc.
Primero, intentar evitarlo
Fundamentalmente, lo primero que hay que saber es que es un accidente evitable, por tanto debemos tomar las medidas de seguridad adecuadas para evitar que estos artículos estén al alcance de los niños. Deben estar guardados preferentemente en sitios altos, en armarios con llave o trabas de seguridad que los niños no puedan abrir.
La segunda barrera de protección son los envases. Estos deben tener tapones de seguridad especiales y embalajes resistentes a los niños. Y por último, existen también productos como Bitrex, una sustancia muy amarga que se añade a los productos químicos para proteger a los niños de líquidos peligrosos.
Pero como sabemos que en casas con niños los accidentes pueden pasar, veremos cómo debemos actuar para ofrecer los primeros auxilios.
La mayoría de las intoxicaciones por productos de limpieza sucede en torno a los dos años de edad y el 15 por ciento se producen porque se ha traspasado el contenido del envase original a otro envase.
Los síntomas de intoxicación pueden ser vómitos (a veces con sangre), babeo continuo, ardor en la boca y en la garganta, fiebre, hinchazón de boca y labios, dolor en garganta y pecho al tragar.
Qué no debemos hacer si el niño ingiere algún producto de limpieza
-
No intentar provocar el vómito: es muy común creer que al hacer que el niño devuelva el líquido que ha ingerido, puede curar la intoxicación. Pero esto no sólo es falso sino que puede provocar aún más daño. Al vomitar el líquido corrosivo, éste vuelve a pasar por la laringe, el esófago y puede causar lesiones. Por tanto la recomendación es no provocar el vómito y evitarlo, en la medida de lo posible.
-
Ingerir leche, agua, clara de huevo u ofrecer alimentos también está contraindicado, pues puede provocar lesiones digestivas.
Qué debemos hacer si el niño ingiere algún producto de limpieza
-
Ante la menor sospecha de intoxicación hay que llamar al 112 o al Servicio de Información Toxicológica (SIT) (91 562 04 20) para pedir indicaciones o, en su caso, acudir urgentemente al centro de atención primaria o al hospital.
-
Es necesario llevar el envase o la etiqueta del producto que haya sido ingerido para poder determinar cuál fue el tóxico y así proceder al tratamiento correcto. Si no estamos seguros cuál fue exactamente el medicamento que ha tomado, recoger en una bolsa todos los que haya en la casa y llevárselos al médico.
-
Es importante también informarle sobre la cantidad que ha sido ingerida, el tiempo transcurrido, si ha vomitado o no y los síntomas que se produjeron. Una vez en el hospital o en el centro de salud, el médico determinará el tratamiento a seguir como lavado gástrico, administración de un absorbente o de laxantes.
Fotos | iStockphoto y Antonio Jose Cespedes en Pixabay
En Bebés y más | Primeros auxilios. Intoxicaciones, Las intoxicaciones más frecuentes en la infancia