Normalmente los tirabeques que venden envasados solo hay que lavarlos, pero conviene repasar que no tengan el pedúnculo muy grande o que no se haya colado algún ejemplar más crecido. Las vainas tienen que ser planitas, dejando entrever los diminutos guisantes de su interior.
Una vez lavados y secos, poner a calentar agua en una olla y preparar el cesto de vapor para cocerlos. También se puede hacer en cesto de bambú, vaporera o en el microondas, si lo solemos usar para vapor. Es recomendable tener listo un cuenco grande con hielos para cortar la cocción.
Cocer al vapor cuando el agua hierva durante no más de dos minutos, preferiblemente poco más de un minuto justo. Dejar enfriar echándolos en una bandeja o sobre el hielo.
Picar el diente de ajo y la guindilla sin semillas. Calentar un poco de aceite en una sartén o plancha, dorar el ajo y parte de la guindilla y añadir los tirabeques. Salpimentar y rehogar un poco para que cojan color. Retirar.
Cortar el salmón ahumado en tiras finas y picar cebollino al gusto. Servir los tirabeques con el salmón por encima, cebollino y la guindilla reservada. Aliñar con aceite de oliva, zumo de limón e incoroporar un poco de ralladura, para darle un toque más cítrico.
Degustación
Estos tirabeques con salmón ahumado se pueden tomar tibios o dejar enfriar a temperatura ambiente para que sean una especie de ensalada, si es un día muy caluroso. Es un buen primer plato para cualquier menú o acompañamiento de pescados e incluso carnes. Como plato único para la cena es una de mis opciones favoritas últimamente, a veces cambiando el salmón por atún o bonito, huevo o tofu salteado.