Sin duda, educar a nuestros hijos en el feminismo (es decir, en la igualdad entre hombres y mujeres) no sólo es posible sino necesario para cambiar la sociedad. Pero desde niños escuchamos frases machistas y sexistas que se van grabando en nuestro subconsciente, llevándonos a asumir determinados roles estereotipados que nos va marcando la sociedad.
Hemos hecho una recopilación de algunas de estas frases que los adultos decimos a los niños, y que incluso ellos llegan a reproducir al tenerlas interiorizadas.
Frases estereotipadas sobre el aspecto físico
1) «¿Es un niño? Es tan guapo que parece una niña»
Durante el primer año de vida de mi hijo mayor, fueron muchas las personas que le confundían con una niña y al sacarles de su error se excusaban diciendo: «¡Perdona! Es que es tan guapo que parece una niña». Y confieso que aquella frase me dejaba boquiabierta: ¿acaso la belleza es algo exclusivo del género femenino?
2) «¿Es una niña? Como no lleva pendientes pensaba que era un niño»
Y al hilo de lo anterior, esta suele ser otra frase que las madres de niñas que han decidido no poner pendientes a sus hijas suelen escuchar, sobre todo durante la etapa de bebé. Y es que todavía está muy interiorizado a nivel social que «las niñas tienen que llevar pendientes para estar guapas», y lo contrario suele resultar chocante, especialmente a generaciones mayores.
3) «Llevar pendientes es de chicas»
Pero, ¿qué ocurre cuando es el chico el que decide ponerse pendientes? Hace unos días, un hombre con pendiente vino a traerme un paquete postal. Mi niño, de tres años, le miró fijamente y con la naturalidad que caracteriza a los peques me preguntó asombrado: «¿Por qué lleva un pendiente si es un chico?».
Hubiera podido obviar su pregunta o darle una respuesta rápida, pero preferí aprovechar el momento para hacerle entender que en la vida no hay cosas «de chicos» ni cosas «de chicas», y que todos podemos hacer lo que nos propongamos.
4) «Pintarse las uñas es de chicas»
Hace unos meses nos hicimos eco de la protesta de un padre que se quejaba de que los compañeros de la clase de su hijo, de cinco años, se reían de él y le llamaba «mariquita» cuando le veían con las uñas pintadas.
¿A que peque no le gusta pintarse las uñas? Tanto a mi niña como a mi niño les apasiona, y de vez en cuando me piden que se las pinte y yo lo hago encantada, a pesar de que en más de una ocasión algún familiar que ha presenciado la escena no ha dudado en preguntar asombrado: «¡¿pero al niño también se las pintas?!».
Y es precisamente este tipo de comentarios adultos lo que va calando en la mentalidad de los niños y lo que les lleva finalmente a pensar que eso es algo «exclusivo de chicas», llegando a reprimir su deseo de pintárselas -porque no es lo que supuestamente se espera de ellos- y, por consiguiente, a criticar al niño que lo haga.
5) «Llevar el pelo largo es de chicas / Llevar el pelo corto es de chicos»
Y en la misma línea que todo lo dicho anteriormente, también se espera que los niños tengan el pelo corto y las niñas lo lleven largo, y cuando ocurre lo contrario suele parecernos raro.
Y nuestros comentarios sobre este tema, o nuestra actitud ante una imagen que no se corresponde con lo «estipulado socialmente», acaba quedando grabado en la memoria de los peques y llevándoles a interiorizar estos estereotipos.
Frases estereotipadas sobre actividades y deportes
6) «El fútbol es de chicos»
Esta suele ser otra frase que a veces tienen que escuchar las niñas cuando quieren practicar este deporte.
Personalmente estoy feliz de que el equipo de fútbol de mi hijo sea mixto, y que tanto él como el resto de amigos asuman como algo natural el hecho de jugar con niñas, y que incluso se escandalicen cuando escuchan este tipo de comentarios machistas. ¡Porque las niñas pueden ser lo que deseen ser!
7) «El ballet es de chicas»
Hace unas semanas entrevistamos a Fany, madre de un niño bailarín, que nos contaba las dificultades que había tenido que superar su hijo para poder practicar ballet. Desde comentarios sexistas, hasta risas y burlas por parte de sus compañeros de clase que le decían que «el ballet era cosa de niñas». ¡Pero los niños también pueden ser lo que deseen ser!
8) «Esas cosas son de niños. ¡No seas marimacho!»
Pero no sólo el fútbol es considerado como «algo de niños». Las artes marciales, los deportes de motor o ciertas actividades infantiles como subirse a los árboles o trepar por una cuerda, por poner sólo algunos ejemplos, tienen la misma consideración y enseguida las niñas son catalogadas de «marimachos» si muestran interés hacia estas prácticas.
9) «Esas cosas son de niñas. ¡No seas mariquita!»
Y en la misma línea anterior, los niños también escuchan este tipo de comentarios cuando se decantan por practicar deportes relacionados con la danza o el patinaje, por ejemplo, muestran interés por aprender o ayudar a hacer ciertas actividades (coser, realizar tareas domésticas…), o manifiestan su deseo de disfrazarse de princesas, llevar una pulsera o una pinza en el pelo.
10) «¿Pero cómo vas a dedicarte a …, si es de hombres/mujeres?»
«¿De verdad quieres ser matrona? ¡Si es una profesión de mujeres!». Este comentario se le hacían con frecuencia a un compañero mío de clase un año antes de entrar en la universidad. Y aunque ya han pasado bastantes años desde entonces, todavía hoy seguimos atribuyendo determinadas carreras o profesiones a un género determinado.
La ingeniería, la informática, la mecánica, las telecomunicaciones… son consideradas carreras de chicos; mientras que ciertas actividades del ámbito sanitario y la educación, o profesiones como la peluquería o la costura se relacionan sobre todo con las mujeres.
Frases estereotipadas sobre juegos y gustos
11) «Las muñecas son de niñas»
Esta es quizá una de las frases que más escuchan nuestros hijos desde que tienen uso de razón. «¿Pero cómo vas a jugar con una muñeca, ¡si eso es de niñas!?«.
Pero no sólo las muñecas son consideradas «juegos de niñas»: las cocinitas, la peluquería/maquillaje, las princesas, los juegos en los que confeccionas tu propio collar o pulseras… también son vetados a los niños con nuestros comentarios y actitudes.
12) «Los coches son de niños»
Y en el extremo opuesto nos encontramos con todos aquellos juegos que se supone que corresponden a los chicos, y con los que las niñas no deberían jugar. Tales como coches, herramientas, armas de juguete, drones, superhéroes…
Hemos tratado el tema en muchas ocasiones, pero es urgente que nuestra mentalidad adulta cambie y dejemos a los niños ser niños y desarrollar su creatividad e imaginación jugando con lo que deseen, sin interferencias ni estereotipos.
13) «El rosa es de niñas y el azul es de niños»
Este es, sin duda, uno de los primeros mensajes que los niños adquieren desde que son pequeños. Y es que es habitual que crezcan rodeados de estos colores en su ropa, en las paredes de su habitación, en las cortinas y edredones, en sus objetos personales (chupetes, biberones…)…
Pero a medida que se van haciendo mayores, la presencia de ambos colores en sus vidas se hace cada vez más destaclable, especialmente en la ropa que acaba estereotipándose de una forma exagerada: purpurina, lazos, volantes y dibujos de princesas para ellas, y tejidos más resistentes, estampados oscuros y dibujos de superhéroes para ellos.
Frases estereotipadas sobre comportamientos
14) «Los chicos no lloran» o «Lloras como una niña»
¡Cuántas veces habremos escuchado esta frase tan dañina e irrespetuosa, tanto para niños como para niñas! Todos tenemos derecho a expresar nuestras emociones y a llorar cuando lo necesitamos; incluidos, por supuesto, los chicos.
Porque esta frase dirigida a un niño, no sólo le obliga a reprimir sus emociones, sino que graba inconscientemente en su cerebro que de ellos se espera contención y valentía, mientras que de ellas se espera debilidad y lágrimas.
15) «¡No llores, con lo guapa que tú eres!»
Pero también obligamos a las niñas a reprimir sus emociones con esta terrible frase en la que, además, hacemos ver que vale más la belleza femenina que los sentimientos.
Y es que tanto en el ámbito de la belleza, tanto la industria en particular como la sociedad en general, transmitimos unos mensajes que no escapan a los más pequeños, y que llevan a las niñas a crecer con un ideal físico y estereotipado que no se corresponde con la realidad.
16) «Peleas como una niña» o «Eres cobarde como una niña»
Esta es otra de las frases que escuchamos con frecuencia y que, de nuevo, destaca la superioridad física del varón sobre la de la mujer, además de burlarse de ella.
Si un niño escucha esto, acabará interiorizando que las chicas son más débiles o más cobardes y, por consiguiente, que necesitan de la protección de un chico.
17) «¡Eres muy fuerte para ser una chica!»
Esta sería otra versión del concepto anterior, y que también escuchamos a menudo. El otro día, sin ir más lejos, durante la celebración de un cumpleaños infantil, los peques se organizaron en dos equipos separados por sexos para realizar una serie de actividades.
Una de ellas consistía en tirar de los extremos de una cuerda y el equipo que sobrepasara la línea central perdía. Ganó el equipo de las chicas y fueron muchos los niños que hicieron este tipo de comentarios, sorprendiéndose de la fuerza física que habían tenido las niñas.
18) «A las niñas no se les pega»
Que levante la mano quien no haya escuchado esta frase alguna vez. Yo la he oído montones de veces y siempre me dan ganas de preguntar: ¿acaso a los niños sí se les puede pegar? Debemos enseñar a nuestros hijos a no pegar, con independienta de su sexo, y a resolver sus conflictos mediante el diálogo y otras vías respetuosas.
19) «Las niñas son más listas y más tranquilas que los niños, que son unos brutos»
Seguro que tanto ésta, como la frase que viene a continuación, las hemos escuchado alguna vez durante el embarazo al desvelar el sexo de nuestro bebé.
Socialmente tenemos interiorizado que las niñas son más listas y más tranquilas que los niños, y antes de que ese bebé nazca ya tiene adjudicada una etiqueta que se presupone que debe cumplir.
20) «Los niños son más dóciles y más cariñosos que los niñas, que son unas retorcidas»
Lo mismo ocurre con los niños, a los que se cataloga de brutos y movidos, pero más cariñosos que las niñas, y si no cumplen con estas etiquetas a la gente le suele resultar chocante o raro.
21) «Eres el hombre de la casa y tienes que cuidar de todos»
Esta frase se la dijeron el otro día a mi hijo de ocho años cuando mi marido se fue de viaje, dejándole pensativo e incluso preocupado. «¿Cómo os puedo cuidar yo, mamá?», me preguntó un tanto agobiado. ¡Y es que resulta increíble lo interiorizado que tenemos todos el hecho de que el hombre sea quien cuide y proteja a la mujer!
Seguro que además de oír a otras personas decirlas, nosotros también hemos hecho en alguna ocasión este tipo de comentarios en presencia de los niños. Por eso es importante hacer un ejercicio de reflexión y desterrar ciertos pensamientos sexistas, creencias o estereotipos que tenemos grabados en nuestro interior y que tanto daño hacen.
Eduquemos en igualdad, y criemos niños y niñas fuertes, respetuosos con los demás, seguros de sí mismos y empáticos. El cambio está en nosotros.