17 películas que duran más de 3 horas y que te dejan con ganas de más

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Sí, lo sé. A mí también me pasa. Te apetece mucho ver la nueva película de Peter Jackson, o de Quentin Tarantino, o de Martin Scorsese. Tus ídolos comienzan sus nuevos proyectos y comienzan las noches de insomnio pensando qué habrán creado. Pero luego resulta que duran tres horas. O más.

Las historias más largas jamás contadas

Es lógico que luego llegue la pereza. Ir al cine a ver una película de tres horas supone una serie de esfuerzos que cada vez estamos menos dispuestos a hacer o que por circunstancias de la vida, no nos resultan asequibles. Entre el viaje de ida, el de vuelta, las colas, los refrescos, los tráilers… al final ir al cine es un ritual que te lleva un día de vida, además de los euros como invites tú.

Por eso nos alegra mucho que, muy de vez en cuando, en alguna ocasión, nos encontramos con películas de duración estándar. O al menos de duración estándar hace unos cuantos años. De cuando empezamos a ver cine. Encontrarse con un largometraje de entre 85 y 100 minutos es casi un milagro en estos tiempos donde una peli de superhéroes alcanza las tres horas.

Por supuesto, una buena película de superhéroes de tres horas puede ser el nirvana, y la próxima entrega de ‘Los Vengadores’ promete horas de acción y entretenimiento sin límites. Pero no olvidemos que antes de ella ya estaban otras. Sin más dilación, vayamos a por ellas.

Watchmen

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Uno nunca sabe si está ante la obra maestra de Zack Snyder, del cine de superhéroes o ante un disparate desacomplejado y kitsch como nunca antes se había visto. Probablemente nos encontremos ante la perfecta mezcla de todas esas posibilidades, perfectamente iluminada y lo suficientemente autoconsciente como para salir más que airosa.

La película de Snyder, en su montaje definitivo, alcanza los 215 minutos, incluyendo el relato animado ‘Tales of the Black Freighter’ ensamblado junto al montaje del director, añadiendo prácticamente una hora al montaje estrenado en salas. La película es una gozada, para qué engañarnos.

Inland Empire

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Si alguien puede permitirse los mismos calificativos que hemos manejado a propósito de la adaptación de la obra de Alan Moore y Dave Gibbons, es David Lynch. Eso sí: no esperes superhéroes. Antes de que Lars von Trier navegase por su angustia existencial (y profesional) en su última obra maestra, Lynch hizo su propia terapia en una de las más agobiantes e intensas películas.

‘Inland Empire’ es una de las películas más desorientadoras de su filmografía. Y estamos hablando del rey de la desorientación. Exigente como casi ningún otro trabajo suyo, funciona mejor si uno se deja llevar de la mano a través de ese laberinto emocional por los rincones más profundos de la bajeza. Nuevas cotas de mal rollo.

Los odiosos ocho

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Una (otra) sacada de chorra de Quentin Tarantino. Como en más de la mitad de su filmografía. Eso sí, estamos ante su película más pequeña desde ‘Reservoir Dogs‘. Una localización, un puñado de personajes y dos partes claramente diferenciadas. La primera, más tradicional, es todo boquilla. La segunda, la moderna, es una barbaridad desternillante.

Lo cierto es que pocas pegas se pueden poner a una peli que te hace chistes con sus propios errores. Fabuloso Morricone, fabuloso Richardson y fabulosos Nicotero y Berger. La primera peli de terror de Tarantino es también una de las más divertidas.

Elegidos para la gloria

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Es normal que si estás ante un clímax de dos horas y cincuenta minutos, los últimos diez se te hagan bruscos por frenar antes de tiempo. Uno de esos repartos inigualables y una ambientación de lujo para una película que (por ejemplo) Robert Zemeckis o RonHoward aún no han podido clavar del todo.

Quien ha estado más o menos cerca de esa epopeya humana ha sido el ninguneado Damien Chazelle con su espléndida (pero también mucho más interior) ‘First Man (El primer hombre)‘. Otra historia interior sobre un hombre que nunca alcanzó la fama de los primeros astronautas que formaron la tripulación de la primera nave espacial, la Mercury.


El lobo de Wall Street

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¿Sabes esas latas gigantes de Monster, la bebida energética? Esas que son como de un litro, una cosa de locos. Bien. Imagina ahora que vacían en tu estómago un palé de esas latas y te tiran escaleras abajo. Más o menos, eso es ‘El lobo de Wall Street’.

Eso y un Leonardo DiCaprio que ha debido viajar en el tiempo, incinerado al joven De Niro para esnifarlo y ser poseído por su espíritu. Pero qué hermoso reto el que se traían entre manos Michael Bay y Martin Scorsese, por el amor de dios.

El bueno el feo y el malo

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Es bastante increíble que alguien eterno como Leone, en realidad, solo haya dirigido siete películas. ‘El bueno, el feo y el malo’ no es ni la mejor (¿’Hasta que llegó su hora’?), ni tampoco la peor (¿’El Coloso de Rodas’?). Simplemente es uno de los westerns más escandalosamente antibelicistas y estilizados de la historia del cine. Y luego, de repente, resulta que era una de guerra. ¿O en realidad estamos hablando de una película de aventuras y cazadores de tesoros?

La trilogía del dólar de Sergio Leone es una reflexión sobre la vida, el dinero, y el trabajo formada por una serie de personajes con tanta fuerza que, siendo diferentes, logran la cohesión perfecta.

La milla verde

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Frank Darabont es uno de los mejores directores que has visto en tu vida. Por desgracia también es uno de los que menos se dejan ver en las salas. Ah, también es el realizador de Hollywood que mejor entiende y adapta a Stephen King. Lo hizo en ‘Cadena Perpetua‘, lo hizo aquí y lo haría en ‘La niebla‘, una de las mejores películas de horror clásico del cine americano.

‘La milla verde’ es un melodrama clásico, formalmente excepcional, elegante y, lo mejor de todo: fantástico. Es imposible no acabar emocionado con la impactante historia del corredor de la muerte de King, donde su casting ideal potencia toda la emoción hasta llegar a un clímax demoledor.

Lawrence de Arabia

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Antes de que las grandes producciones de Hollywood comenzaran a perder su significado, antes de la tecnología punta y las pantallas verdes, este tipo de cine se rodaba con presupuestos que casi podríamos decir que venían marcados en vidas. El presupuesto de esta película, con la inflación actual, sería de unos 130 millones de dólares, pero ¿sabéis qué pasa? Que hoy, con esos ciento y pico millones, se utilizarían las pantallas verdes y la tecnología punta.

Dejando de lado ese lado romántico e irrepetible (y puede que también en parte irresponsable), ‘Lawrence de Arabia‘ es el arte cinematográfico elevado al máximo. Me apuesto una cena a que cuando O’Toole dejó este mundo, más de medio siglo después de rodar la película, todavía tenía restos de desierto en alguna parte de su cuerpo. Qué grande es el cine. Y qué largo.

JFK: Caso abierto

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Una de las mejores películas de la historia del cine. Un ejemplar muestrario de la bajeza moral del poder y de exposición de datos a ritmo de cine puro que sobrepasa las tres horas y aún así te deja con ganas de más.

Oliver Stone nunca estuvo tan certero y Kevin Costner jamás volvió a ser el caballero sin espada que demostró en los huesos de Jim Garrison. El reparto ayuda, la banda sonora amplifica y el misterio, la leyenda y el horror hacen de ella una experiencia inolvidable y tremendamente adictiva.

Batman v Superman: El amanecer de la justicia

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Hay demasiadas cosas aquí, y eso es bueno y malo. 
Para empezar, hay cuatro o cinco películas diferentes, dos o tres series de televisión y 50 cómics que Snyder ansía mostrar, aunque se trate de una viñeta por ejemplar.
 Entre los aspectos positivos, destacar las misiones del hombre murciélago, insulsas pero con la gracia de hacerlo con smoking y Alfred de guía.
 Superman, al fin, muestra algo de «humanidad» (que en realidad es de lo que va esto) y es capaz de conectar con el espectador.


Luego está Lex Luthor, un perfecto CEOcainómano que, sí, tiene un plan: quiere ser el amo del cotarro camuflando su preocupación por la existencia de un ente superior. 
Me gustan los combos de las peleas de Batman, porque por primera vez parte y reparte como en la saga de Arkham, y eso siempre es de agradecer.

Magnolia

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Casi una ópera. Las tres horas de la película más ambiciosa de un tipo como Paul Thomas Anderson suponen una catarsis para el espectador en la misma medida que para alguno de los personajes principales.

Una (otra) de esas grandes deudoras de los clásicos corales americanos de Robert Altman adaptado a los tiempos que corren (corrían) en 1999. Un gran año para el cine norteamericano, qué duda cabe.

Érase una vez en América

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Jennifer Connelly debutaba en una película más grande que la vida. Más de cuatro horas de epopeya sobre la amistad y el nacimiento de una nación que compagina la grandeza del cine con el intimismo más fiero.

Una mezcla perfecta de todo lo que hace que te guste el cine: una fotografía inmaculada de Tonino Delli Colli, la dirección fluida de Leone, un guión ajustado y escrito por OCHO GUIONISTAS, Ennio Morricone… Cine del que dejó de hacerse hace años.

Un día de verano

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Es una pena que ‘Un día de verano’ no sea un título más conocido, porque es uno de los mejores trabajos del cine de los noventa y del cine moderno. Una de esas historias más grandes que la propia vida en la que su director logra que todo encuentre su equilibrio y armonía.

Íntima como historia de amor, pero al mismo tiempo también universal como película histórica. Ubicada en la década de los 60 en Taipei, la película se basa en un incidente real que el director recuerda de sus días escolares cuando con 13 años de edad.

Vidas cruzadas

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Un poco más arriba hablábamos de las historias corales del cine de antaño y de Robert Altman en concreto. Bien, aquí hay un excepcional ejemplo de ese cine y de película de más de tres horas.

Los personajes de la película de Altman aún se conservan en la mente del espectador más de 25 años después de su estreno. Un logro increíble y una gran adaptación para una película que utiliza las infinitas herramientas del cine para apuntalar los cimientos del realismo sucio de Raymond Carver.

El Padrino II

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La segunda parte de ‘El Padrino‘ muestra el imparable ascenso de ese Imperio Romano que es la familia Corleone, ahora intentando recomponerse de su agrietado destino anterior en una de las mejores, si no la mejor, secuela de todos los tiempos.

Después del fallecimiento de Vito Corleone, interpretado por el maestro Marlon Brando, Michael Corleone debe demostrar que puede estar a la altura del legado de su padre y puede recuperar el poder que estaba en proceso de desgaste en la primera película. Vaya, casi parece un biopic de su director.

La lista de Schindler

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Otra demostración de poderío de uno de los mejores narradores de la historia del cine con Liam Neeson entregando la mejor interpretación de su carrera junto a unos descomunales Ben Kingsley y Ralph Fiennes.

Una película por la que no pasa el tiempo y una de esas ocasiones en las que el espectador, de cualquier tipo, es zarandeado contra su voluntad mientras no le queda más remedio que dejarse someter. Janusz Kaminski y John Williams en la cima y con un Oscar bajo el brazo. De las pocas pesadillas que uno quiere revivir cinematográficamente hablando.

El cazador

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Robert De Niro deja claro en este artículo quién es el verdadero rey de las películas largas. Y eso que nos hemos dejado ‘Casino’ al no llegar a las tres horas por un par de miserables minutos.

Una de las más importantes películas a la hora de emplear el regreso de Vietnam como premisa y descubrir que la guerra no era la noble aventura que imaginaron sus voluntarios. Un descenso a los infiernos traumáticos que cambiarán por completo las personalidades de sus protagonistas.