Seguramente hayas escuchado la canción que empieza con «al pasar la barca, me dijo el barquero…», y puede que este fragmento te traslade a tu infancia, o más concretamente, a los juegos de saltar a la comba.
Te traemos 10 juegos de saltar a la comba según la edad, instrucciones sencillas sobre cómo ponerlos en práctica con los niños y cuáles son algunos de los beneficios de esta práctica para el desarrollo de los niños.
10 juegos de saltar a la comba
De los juegos seleccionados, como verás, algunos son más sencillos y otros un poco más complejos o difíciles. Eso sí, son juegos para diferentes edades y siempre enfocados a que los niños puedan divertirse. Además, les pueden ayudar a conocerse mejor, a trabajar la memoria u otras habilidades, etc.
1) Saltando con canciones
Este juego, que puede realizarse desde los cinco años en adelante, es el más clásico. Se empieza realizando un círculo con todos los participantes.
Dos de ellos se encargarán de mover la comba en círculos, cada uno desde un extremo. Empezará a sonar una melodía repetitiva (en función de la canción y de su velocidad, la dificultad puede variar).
Se empezará a cantar en voz alta, y cada uno de los jugadores deberá ir entrando a la comba y saltar el tiempo que dure la melodía.
Si un jugador falla al saltar, este deberá ocupar el lugar de uno de los que mueven la cuerda. El objetivo del juego es saltar a la cuerda el mayor número de veces posible sin equivocarse.
Una canción clásica que se utiliza mucho en este juego es la de «Al pasar la barca«:
Al pasar la barca, me dijo el barquero: las niñas bonitas no pagan dinero.
Al volver la barca me volvió a decir: las niñas bonitas no pagan aquí.
Yo no soy bonita ni lo quiero ser.
Las niñas bonitas se echan a perder.
Como soy tan fea yo lo pagaré.
Arriba la barca de Santa Isabel.
2) Entran pares e impares
Este juego, también a partir de los cinco años, aproximadamente, implica hacer dos grupos de niños: los pares y los impares. También funciona con música; alguien la estará controlando, y la irá activando y parando.
Cuando empiece la música, dirá, «entran los pares», y cuando pare la música, deberán salir. Después, hará lo mismo con los impares (irá intercalando pares e impares para que los niños tengan que estar atentos a cuándo entrar).
Es un juego que debe hacerse con una cuerda grande, para que puedan saltar más niños; eso sí, idealmente que no entren más de tres por tanda, para evitar que se hagan daño.
3) El juego de las preguntas
Este juego de la comba puede hacerse a edades diferentes, según el nivel de las preguntas (a partir de cinco, seis, siete años…).
La idea es que un adulto vaya haciendo preguntas a los niños; el que conteste correctamente, deberá entrar a la comba, y salir cuando se lo indique el adulto.
Otra variante divertida (y que permite trabajar más la concentración) es: hacer preguntas sobre cálculos matemáticos, por ejemplo, «10+12?»; el que acierte deberá entrar y hacer los mismos saltos que la respuesta sin fallar, en este caso, 22.
4) Una dola
Este otro juego de la comba es bastante rápido; por ello, idealmente debe hacerse con niños a partir de siete años. Consiste en lo siguiente; se canta la siguiente canción, titulada «Una dola«:
Una dola,
tela, catola,
quila, quilete,
estaba la reina,
en su gabinete,
Vino Gil,
Apagó el candil,
candil, candilón,
cuenta las veinte,
que las veinte son,
policía y ladrón.
Mientras se cantan las dos primeras palabras salta el primero, con las dos palabras siguientes el segundo, con las dos palabras siguientes, el tercero… y así sucesivamente. El que se tropiece es eliminado.
4) El juego para conocerse
En este juego, a partir de los seis años, también se harán preguntas. El que dirige el juego, normalmente un adulto, hará preguntas a los niños para saber quién empieza a saltar: por ejemplo, «¿quién es el más pequeño?», o «¿quién tiene más hermanos?».
Los niños tendrán que ponerse de acuerdo para saber quién es el que empieza a saltar. En caso de «empate», deberán entrar todos juntos.
5) El que salte más tiempo
En este juego de la comba irá saltando un niño cada vez. Gana el que haga más número de saltos sin tropezarse con la cuerda. Es apto para todas las edades (a partir de los cinco años).
6) Saltar y responder preguntas
En este juego se trata de saltar a la vez que se responden a preguntas sencillas pero que requieren una respuesta rápida.
Las preguntas las hará el que dirige el juego; cuando el niño se equivoca en la respuesta o se tropieza con la cuerda, deberá parar de saltar. Gana el que pase más tiempo saltando (se cronometrará).
7) Un salto más cada vez
En este juego, a partir de los seis o siete años, se trata de que los niños vayan saltando un poco más cada vez.
Así, el primero hace un salto y sale rápido, el segundo, dos y sale, el tercero, tres… hasta que alguno falla. Y se vuelve a empezar. Puede hacerse con equipos y que gane el que llegue más lejos en cuanto al número de saltos.
8) Primero, los pequeños
En este juego, a partir de los seis años, se trata de que primero los niños se ordenen en fila en función de su edad.
Para hacerlo más retador y divertido, se puede hacer lo siguiente: no podrán hablar a la hora de ordenarse (deberán usar los gestos).
Una vez se ordenen por edad, empezarán a saltar en orden (saltar hasta que se cansen y salir, para dejar paso al siguiente).
9) Primero, los que empiecen por A
Este juego es igual que el anterior, pero en este caso, los niños deberán ordenarse según su nombre, siguiendo el orden de las letras del abecedario (primero, el que empiece por A, B, C…).
También deberán ordenarse antes sin hablar, usando únicamente el lenguaje no verbal (esto es opcional).
10) Decir cosas buenas del otro
El último juego que os proponemos de saltar a la comba, a partir de los seis o siete años en adelante, consiste en lo siguiente: se hace una fila y van entrando los niños (solo saltará uno cada vez).
Cuando el niño entra, deberá decir algo positivo del niño que tiene detrás (por ello, deberá haberse fijado en quién es). Por ejemplo, «Berta es simpática». Cuando lo haya dicho, sale, entra el siguiente y hace lo mismo.
Beneficios de saltar a la comba
Jugar a juegos que impliquen saltar a la comba presenta beneficios para el desarrollo de los niños, especialmente en el área motora, pero también a nivel social y cognitivo. Algunos de estos beneficios son:
Mejora la atención
Saltar implica estar concentrado (y algunos de los juegos mencionados, implican una atención «extra», por ejemplo el de las preguntas).
Potencia la coordinación, la agilidad y el equilibrio
En este tipo de juegos los niños deben concentrarse en el movimiento de todo su cuerpo, especialmente las piernas, y coordinar todas sus extremidades, saltando sin perder el equilibrio.
Fortalece los músculos y los huesos
Saltar a la comba aumenta la fuerza en los músculos que rodean el tobillo y el pie. Es por ello que se disminuyen las lesiones más frecuentes en la infancia, como por ejemplo el esguince de tobillo.
Fomenta el trabajo en equipo y el hecho de compartir
Es un juego que incluye muchas variantes, incluidas las que requieren trabajar en equipo. Además, mientras se juega también se está compartiendo (el tiempo, el espacio, la cuerda en sí, etc.).
Fomenta la conciencia espacial
Es una actividad que también permite desarrollar la conciencia espacial, que es la habilidad cognitiva que permite a los niños adquirir la conciencia de su posición con respecto a los objetos que les rodean, así como la posición relativa entre los objetos.
Es un juego ideal para hacer deporte
No olvidemos que saltar a la cuerda, aunque pueda convertirse en un entretenido juego, también implica hacer deporte; así, se queman calorías, se activa el cuerpo… y es que se trata de un ejercicio cardiovascular de alta intensidad.
Se fomenta la diversión
Hablamos de un juego divertido, que además, puede practicarse tanto de forma individual como en grupo, con los amigos.
De esta manera, saltar a la comba puede convertirse en una actividad divertida, y también se pueden probar diferentes variantes del juego.
Y tú, ¿conocías estos juegos y sus beneficios? ¿Te animas a poner en práctica alguno de ellos?