Un nuevo fallo del cohete Falcon 9 ha paralizado los lanzamientos de SpaceX. En el peor momento posible

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Los
lanzamientos
del
cohete
Falcon
9
vuelven
a
estar
paralizados,
en
esta
ocasión
por
un
fallo
de
la
segunda
etapa
al
desorbitar.
No
deberían
tardar
en
reanudarse:
SpaceX
tiene
dos
misiones
importantes
programadas
para
la
semana
que
viene.


Contexto.

El
sábado,
SpaceX
lanzó
por
fin
la
misión
Crew-9,
que
había
tenido
que

reconfigurarse
con
dos
asientos
libres

para
los
astronautas
varados
en
el
espacio
por
el

regreso
sin
tripulación
de
la
nave
Starliner

de
Boeing.

El
lanzamiento
fue
exitoso
y
la
cápsula
Crew
Dragon
de
SpaceX
llegó
a
la
Estación
Espacial
Internacional
con
un
astronauta
estadounidense
y
un
cosmonauta
ruso
a
bordo.
Entretanto,
el
propulsor
del
Falcon
9
aterrizó
sin
problemas.
La
segunda
etapa
del
cohete,
por
su
parte,
sufrió
una
anomalía
muy
poco
frecuente.


Qué
pasó.

A
diferencia
de
la
primera,
la
segunda
etapa
del
Falcon
9
no
se
reutiliza.
Como
la
mayoría
de
cohetes
(ejem,
China
)
la
etapa
superior
del
cohete
reserva
un
poco
de
combustible
para
desorbitar
de
forma
segura
(es
decir,
salirse
de
la
órbita
y
reentrar
en
la
atmósfera
terrestre
sobre
el
océano)
una
vez
que
se
separa
de
su
carga
útil;
en
este
caso,
de
la
nave
Crew
Dragon.

La
ubicación
prevista
para
el
reingreso
de
la
segunda
etapa
era
una
región
despoblada
del
Océano
Pacífico
Sur,
al
este
de
Nueva
Zelanda.
Sin
embargo,
acabó
impactando
fuera
del
área
objetivo
por
un
encendido
anormal
del
motor
Merlin.


Por
qué
es
importante.

El
encendido
de
desorbitación
ocurre
después
de
poner
en
órbita
la
carga
útil
y,
por
lo
tanto,
no
forma
parte
de
la
misión
principal
del
cohete.
Aun
así,
es
crucial
para
garantizar
que
la
etapa
superior
del
Falcon
9
reingrese
de
forma
controlada
en
la
atmósfera.

La
desorbitación
activa
no
solo
evita
una
caída
descontrolada
del
cohete
(que
podría
hacer
que
sus
restos
impactasen
en
zonas
pobladas),
sino
que
reduce
el
riesgo
de
impacto
con
basura
espacial
y
otros
cohetes
y
satélites
en
órbita,
lo
que
a
la
larga
acabaría
multiplicando
de
forma
insostenible
los
desechos
espaciales.


El
Falcon
9
se
queda
en
tierra.

Inmediatamente
después
de
completar
la
misión
Crew-9,

SpaceX
informó
del
fallo

y
paralizó
sus
lanzamientos.

La
segunda
etapa
del
Falcon
9
entró
sobre
el
Pacífico
igualmente,
sin
causar
daños
ni
peligro,
pero
tratándose
de
una
anomalía
en
vuelo,
la
Administración
Federal
de
Aviación
(FAA)
abrió
una
investigación
para
aclarar
el
fallo.


Segundo
incidente
en
menos
de
tres
meses.

Lo
llamativo
del
caso
es
que
es
la
segunda
vez
que
la
segunda
etapa
de
un
Falcon
9
falla
en
lo
que
va
de
año.
En
julio,
una
fuga
de
oxígeno
líquido
a
través
de
una
grieta
en
una
conducción
para
un
sensor
de
presión

causó
la
pérdida
de
23
satélites
Starlink
.

Todos
los
lanzamientos
se
suspendieron
y
se
temió
un
retraso
de
meses,
pero
SpaceX
completó
la
investigación
en
tiempo
récord,
solucionó
el
problema
eliminando
la
conducción
de
oxígeno
y
el
sensor,
que
era
redundante,
y
volvió
a
volar
dos
semanas
más
tarde.
En
agosto
también
falló
el
aterrizaje
de
una
primera
etapa
y

SpaceX
tardó
48
horas

en
retomar
los
vuelos.


Si
hay
que
apostar,
volverá
a
volar
la
semana
que
viene.

El
fallo
ha
ocurrido
en
el
peor
momento
posible
porque
SpaceX
tiene
dos
importantes
misiones
la
semana
que
viene:

No
está
claro
cuánto
tiempo
durará
la
pausa
en
los
lanzamientos,
pero
no
cabe
duda
de
que
SpaceX
está
trabajando
a
contrarreloj
para
completar
la
investigación
lo
antes
posible
y
obtener
la
aprobación
de
la
FAA
para
reanudar
operaciones.
Son
misiones
demasiado
importantes
para
la
empresa.

Imagen
|
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En
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