En lo más profundo de la campiña inglesa hay un antiguo vado llamado Rufford Ford, que se lleva utilizando desde hace casi un milenio (ya aparecía en los registros del “Domesday Book”, año 1086). Entre otros, sirvió para que los monjes cistercienses construyeran una abadía cercana y, más recientemente, como un práctico atajo hacia Nottinghamshire.
Pero los tiempos de Rufford Ford como ruta viable y legal para el paso de vehículos han llegado a su fin (al menos temporalmente), ya que el alcalde del pueblo ha decidido cerrarlo después de que los vídeos del adolescente local Ben Gregory, con millones de visitas en TikTok y en YouTube, lo convirtieran en una peligrosa atracción… sobre todo, cuando llueve.
El charco que se tragaba a los SUV… y casi todos
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Cuando las lluvias son especialmente intensas en Nottinghamshire, algo que suele pasar a menudo (y especialmente en esta época del año), el río Rainworth Water, que en verano es un riachuelo, multiplica su caudal rápidamente hasta llegar a los 9 m de ancho.
Esto lógicamente provoca que en el cruce fluvial de Rufford Ford se acumulen litros y litros de agua (en ocasiones, se supera el metro y medio de profundidad), lo que dificulta enormemente el paso, tanto a peatones como a vehículos de todo tipo.
Las pick-up y los 4×4 de los habitantes de la zona lo tienen más fácil, pero muchos de los utilitarios y algunos de los SUV más atrevidos y/o foráneos, aunque consiguen entrar, no siempre pueden salir por sus propios medios.
Y no son pocos los conductores que se empeñan en jugársela poniendo a prueba la paciencia de las autoridades, y pese a las multas a las que se enfrentan por su conducta irresponsable.
El paso se ha ido convirtiendo en una peligrosa atracción desde que hace unos dos años el adolescente local Ben Gregory, conocido como ‘Bengregers’ en las redes sociales, decidió grabar y subir el primer vídeo protagonizado por varios vehículos intentando sortear el paso cuando este se inunda.
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En este tiempo además de haber acumulado millones de visitas (literalmente) que han hecho viral a «Rufford Ford», ‘Bengregers’ ha creado escuela, y ya no es el único en dedicarse a grabar cómo muchos conductores acaban siendo rescatados por la grúa o los bomberos.
Como es de esperar, cuando un coche que no está preparado atraviesa un paso de agua tan profundo, y más si se mete a excesiva velocidad, genera «una ola» que al hacerse más alta complica el vadeo, por lo que las probabilidades de que el agua llegue a la admisión, el motor trague agua y se ahogue, se multiplican. Y muchos de los consiguen cruzar sin que el motor se pare, acabarán viendo cómo lo hace a los pocos metros.
Por otra parte, no todos los que intentan cruzar el vado inundado lo hacen con intenciones temerarias o «por un minuto de gloria» en las redes, pues simplemente no saben lo profundo que es, y creen que compensa hacerlo en lugar de tomar el desvío alternativo que sumará a su ruta unos 6,5 km. Sin embargo, como se ve en los vídeos, en el puente hay señales de medición que indican la profundidad del nivel del agua, así que no hay mucha excusa.
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Sea como fuere, el asunto del paso fluvial empezó a descontrolarse a finales de 2022, cuando los vídeos dejaron de tener un público fiel en YouTube y pasaron a TikTok, donde una audiencia sedienta de ver coches anegados por el agua se disparó y atrajo a gran cantidad de espectadores ‘in situ’.
El responsable de carreteras y medio ambiente en el consejo del condado de Nottinghamshire, Neil Clarke, tras evaluar la problemática y atender a las solicitudes de los servicios locales de policía y bomberos, ha decido cerrar el paso por el momento, hasta dar con la solución.
Construir un nuevo puente que sustituya al histórico de momento no parece una opción viable por falta de presupuesto.
En este punto hemos de recordar que lo primero que se debe hacer cuando nos encontramos con una riada o gran balsa de agua es no entrar. Pararse en un lugar seguro y determinar si se puede o no cruzar es fundamental por nuestra seguridad y por la integridad de nuestro coche.
Además se ha de tener en cuenta que, por norma general, basta con entre 30 cm y 40 cm de profundidad para que el agua sea capaz hacer flotar un coche. En caso de duda, dar la vuelta y buscar un camino alternativo siempre merecerá la pena. Y más, si solo hay que dar un rodeo de poco más de seis km.