Dado que el periodo del #yomequedoencasa se nos alarga otros quince días (en principio), habrá muchas que empecéis a notar ya el paso del tiempo en vuestro pelo, concretamente en vuestro flequillo que crece sin dar tregua. Así, si hace unos días nos planteábamos la necesidad de retocar nuestras raíces para evitar salir del confinamiento cargadas de canas y con ese temido «efecto raíz», ahora es el momento de echar mano de las tijeras.
Como siempre os decimos, siempre es mejor dejar estas labores a los expertos peluqueros y estilistas, pero si no se puede, como es el caso, pues nada mejor que seguir los consejos profesionales por ejemplo de Eduardo Sánchez, director de Maison Eduardo Sánchez.
Eligiendo herramientas
Hay que reconocer que, como no somos expertos, tener las herramientas adecuadas es complicado. Eduardo nos dice…
Si se puede, es importantísimo tener unas tijeras específicas y bien afiladas, porque si no están bien afiladas, con cada tijeretazo el pelo irá hacia atrás y quedará demasiado corto, y no controlaremos bien la longitud
Si estamos pensando en hacernos con herramientas, quizá ahora sea el momento ya que podemos encontrar kits por precios asequibles (15,99 euros) a otras de marcas más consolidadas (32 euros).
Corte en seco
Ante todo, no pensemos que la labor de un peluquero es sencilla y no hagamos lo que ellos hacen. Bien es cierto que la mayoría de los peluqueros nos cortan el pelo en mojado, pero es que ellos saben cómo va a quedar. Nosotros no. Por ello, Educardo nos dice…
El corte de flequillo no profesional es preferible hacerlo siempre en seco: en mojado es más fácil equivocarse con la longitud. Si no, es fácil acabar con “baby bangs” indeseadas. Siempre es importante partir del cabello secado al aire, sin estirar con plancha ni secador: de esta forma, evitaremos excedernos en el corte.
Manos a la obra… o al flequillo
Chicos, chicas, es el momento de empezar. De lanzarnos al ruedo, coger la tijera y que sea lo que tenga que ser. Sin duda, este primer momento es el más complicado…
Primero, peina el cabello con un peine de púas finas. De frente al espejo, busca justo el punto donde la cabeza se curva, donde se ve más abombada: ahí es desde donde marcamos el flequillo, separando el pelo en forma de triángulo. Ese triángulo debe comenzar en el centro del tabique y luego llegar más o manos hasta las tres cuartas partes de la ceja. Mientras más atrás se inicie la punta del triángulo, más espeso va a ser el flequillo. En los casos en que el cabello no es muy abundante, es mejor no iniciar ese flequillo demasiado atrasado para no restar densidad a los laterales. A la vez, es preferible limitar la cantidad de cabello que separaremos en ese triángulo de partida, pues cuanto más ancho sea, más marcado será el flequillo
Cortes en diagonal
Para facilitar la labor, nos da la clave del movimiento a seguir, qeu parece fácil, pero habrá que ver los resultados…
Usa los dedos índice y corazón para atrapar el flequillo entre los dedos y estira el cabello. Usa los dedos para controlar el largo que buscas – el sobrante que queda por encima es lo que debes cortar. Lo más fácil es girar el cabello ligeramente hacia arriba y no cortar en línea recta, sino abordar el cabello en diagonal: en vez de hacer un corte al ras, es mucho mejor entrar con las tijeras inclinadas, cortando con movimiento ascendentes, con un gesto como de picoteo. Es mejor que cortarlo en recto, porque si primero se corta recto y luego se quiere hacer irregular es muchísimo más difícil. No hace falta cortar todo ese cabello, sino sólo entresacar y eliminar las partes más largas: así el resultado es mucho más natural y si hay errores, pasan más desapercibidos.
Tanteando el corte… pero de una sola vez
No cortemos todo de golpe y porrazo, es mejor ir yendo poco a poco, sin prisa, pero según Eduardo, es mejor no cortar dos veces…
Un error muy frecuente es volver a cortar – y en esos casos es difícil no excederse. Es mejor conformarse con unos milímetros más del largo deseado y volver a cortar pasadas dos semanas.
Sinceramente, si nos dice esto es que el descalabro viene más con la segunda pasada que con la primera, así que habrá que tenerlo en cuenta.
El flequillo recto, el más difícil todavía
El flequillo recto es una de las grandes tendencias del año, pero también el más complicado de retocar en casa porque las escaleras están a la orden del día…
El flequillo más difícil de cortar es aquel que va entero y recto, en un solo bloque: para no llevarse sorpresas, lo mejor es cortar lo menos que se pueda, hacer sólo el mínimo imprescindible. En ese caso es mejor usar un peine ancho, evitando el de púas finas, para que no haya tensión en el pelo y quede todo a un mismo largo.
El consuelo que nos queda es que, en todo caso, si no nos queda bien, aún tenemos tiempo para que nos crezca antes de que se levante el confinamiento y cuando pase, ya nos lo arreglará bien un profesional.
Eso sí, si veis que ya estáis cansadas de flequillo, éste es el momento idóneo para dejar que vaya creciendo.
Foto | @aitanax