Si bien en un principio la intención de Porsche con el Carrera GT era la de concebir una poderosa máquina de carreras, cada una de las unidades que se produjeron de este emblemático superdeportivo fueron homologadas para calle. Pero una de ellas sí que acabó convertida en un modelo de competición, aunque no de la mano de Porsche, y ahora se vende por 849.000 euros, incluyendo impuestos.
Rebautizado como Porsche Carrera GT-R, se trata de un Carrera GT de 2005 modificado para competir en el Mundial de Resistencia (WEC). Y además se inspira en el Porsche 911 GT1, el retoño de carreras al que precisamente iba a sustituir el Carrera GT antes de que el proyecto tomara otros derroteros.
Es decir, su dueño cumplió lo que Porsche nunca hizo, aunque por desgracia no llegó a competir oficialmente porque no consiguió la homologación para su categoría.
Sea como fuere, ahora ha decidido buscarle nuevo propietario y lo ha puesto a la venta a través de Mechatronik, una empresa alemana especializada en restauraciones de Mercedes-Benz, aunque comercializa todo tipo de coches deportivos, incluyendo de competición y raras avis como este Carrera GT-R.
Con solo 2.000 kilómetros
Así, este Porsche Carrera GT-R fue en su origen uno de los 1.270 Carrera GT que vieron la luz. En su caso fue enviado a Bélgica donde su dueño lo esperaba con los brazos abiertos para convertirlo en una bestia única de circuito.
Para ello contrató los servicios de GPR Racing, que lo sometió a no pocas modificaciones. El chasis monocasco del Carrera GT fue reforzado y el habitáculo vaciado para alojar una jaula de protección antivuelco cumpliendo con las especificaciones de la FIA para el WEC.
Además, incorporaron una unidad de control Motec, una caja de cambios manual de competición, un baquet de fibra de carbono con arnés, un volante de Sparco forrado en Alcantara o una pedalera específica, así como extintor o un depósito de competición firmado por Stäubli, también según los parámetros que exige el Mundial de Resistencia.
Para la potente mecánica V10 de 5.7 litros del Carrera GT también hubo premio: según la ficha del coche ofrece una potencia de 650 CV, mientras que el modelo de producción «solo» llegaba a los 612 CV. Así, sumado a un menor peso, que no se especifica, este Carrera GT-R seguramente mejore las credenciales del modelo de producción, que presume de una punta de 330 km/h y de hacer el 0-100 en 3,9 segundos.
A nivel exterior, este Porsche Carrera GT-R se distingue por una blanca carrocería con adhesivos racing, por la inclusión de un gigantesco alerón trasero o por las llantas de magnesio BBS, que dejan entre ver entre sus radios unos frenos AP Racing. La suspensión también fue modificada para acercarlo al asfalto. Walter Röhrl estaría orgulloso.
Todos estos cambios supusieron según su dueño una factura de 220.000 euros, a lo que hubo que sumar el coste del coche, claro: nuevo rondaba los 453.000 euros. Pero al tratarse de una pieza única, este belga considera que es menester venderlo a un precio más elevado, superando lo que invirtió en él.
Dado que jamás compitió, y según promete el anuncio de venta, únicamente ha recorrido poco más de 2.000 kilómetros. Y lo cierto es que por las imágenes no parece que tenga 15 años. Seguramente encontrará comprador más pronto que tarde. Queridos Reyes Magos…
Fotos: Mechatronik.
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