El crimen de Teresa Medina, ocurrido el 3 de julio de 2017, fue esclarecido y derivó en una condena de prisión perpetua para el único acusado.
Pablo Ezequiel Barrera (25), fue sentenciado por jurados populares y por un tribunal técnico que escuchó las pruebas de la fiscal María Dolores Romero Díaz.
“Pichón”, como se conocía al joven, entró a robar a la humilde casa de la mujer en Bº Los Álamos. Fue a las 2 de la madrugada de ese día.
Teresa escuchó los ruidos, se levantó y reconoció al intruso. El joven, con una campera, la ahorcó.
En el forcejeo, le arrancó un mechón de pelo y tiró varios objetos al piso. A la víctima la dejó tirada con la campera atada al cuello y cubriéndole el rostro. La autopsia confirmaría que la mujer falleció por asfixia por estrangulamiento.
Barrera era amigo de dos hijos de la víctima que vivían cerca de allí. Lo habían visto en el barrio en esos días y algunas cámaras de seguridad lo captaron.
Pocos días después, a fin de ese julio, Barrera fue detenido en un aguantadero de villa La Tela, en la ciudad de Córdoba.
Lo ubicaron porque se activó el celular de Teresa, que “Pichón” igualmente se robó después del crimen.
También se constató que robó en una carnicería de Colonia Caroya esa misma madrugada.