El presidente de Rusia, Vladimir Putin, instó a los gobernantes de Kirguistán y Tayikistán a evitar una nueva escalada de violencia, luego de la muerte de 1116 personas en enfrentamientos entre fuerzas de ambas exrepúblicas soviéticas de Asia central.
El Ministerio de Salud de Kirguistán informó que el balance total de muertes había ascendido a 46, luego de reportarse 22 más en la última semana debido al «conflicto armado en la región de Batken», ubicada en el suroeste del país y fronteriza con Tayikistán, y que también dejó 140 heridos.
El ministro de Situaciones de Emergencia, Boobek Ajikeeb, afirmó que cuatro soldados kirguisos se encontraban desaparecidos.
En tanto, la Cancillería de Tayikistán publicó en Facebook que 35 ciudadanos habían muerto esta semana durante los enfrentamientos y 25 resultaron heridos en los combates entre el miércoles y el viernes pasado.
Frente a este grave brote de violencia, el peor desde abril de 2021, los dos países acordaron el viernes pasado, hace dos días, un alto el fuego, pero luego se acusaron mutuamente de haberlo violado en varias ocasiones.
En este contexto, Putin habló por teléfono con los presidentes de Kirguistán, Sadir Japarov, y Tayikistán, Emomali Rahmon, para que frenen la escalada militar en el límite entre ambos países.
«Putin instó a las partes a evitar una mayor escalada y a adoptar medidas para resolver la situación lo antes posible por vías exclusivamente pacíficas, políticas y diplomáticas», manifestó el Kremlin en un comunicado, informó la agencia de noticias rusa Interfax.
El Presidente «reafirmó la disposición de Rusia a aportar la ayuda necesaria para garantizar la estabilidad en la zona fronteriza entre los dos países», agregó la nota, que destacó que las partes accedieron a mantener comunicaciones.
Casi la mitad de los 970 kilómetros de frontera común entre Kirguistán y Tayikistán es disputada desde la disolución de la Unión Soviética, en un contexto de tensiones por el acceso a los recursos naturales.
En abril de 2021, un estallido de violencia causó más de 50 muertos e hizo temer un conflicto a mayor escala.
Este domingo, la Guardia de Fronteras de Kirguistán informó en un comunicado que la noche había sido «tranquila, sin incidentes», aunque dijo que la situación seguía «tensa» en la frontera en las regiones kirguisas de Osh y Batken.
«En la línea fronteriza no se ha señalado ningún intento de escalada o de disparos. Las partes mantienen su acuerdo de cese el fuego y la retirada de fuerzas implicadas. El trabajo continúa en esta línea», detallaron.
«Los dirigentes de ambos países están tomando todas las medidas necesarias para estabilizar la situación, detener todas las escaladas y provocaciones de manera pacífica», agregaron los guardias de fronteras kirguisos.
Este sábado, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, llamó por teléfono a los líderes de ambas partes «para promover un diálogo sobre una cesación del fuego duradera», destacó un portavoz de la ONU.