La psitacosis es una enfermedad infecciosa que los seres humanos pueden prevenir. Se transmite principalmente a través de loros, cotorras y papagayos. No obstante, también canarios, jilgueros y palomas pueden ser vectores.
El Departamento Zoonosis del Ministerio de Salud de Córdoba y Policía Ambiental provincial advirtieron sobre los riesgos para las personas que devienen de capturar, comprar y mantener aves en cautiverio. Los pájaros pueden transmitir al ser humano esta enfermedad.
Zoonosis informó que en la provincia de Córdoba no se registraron casos de psitacosis en lo que va de 2023. No obstante, esta repartición y Policía Ambiental recomendaron no capturar ni comprar aves en lugares que no tengan la debida inspección sanitaria, ya que podrían ser portadoras de la bacteria Chlamydia psittaci, presente en pájaros silvestres y domésticos.
Las situaciones de estrés que las aves padecen al ser capturadas y las relacionadas con su vida en cautiverio (mala nutrición, hacinamiento, falta de higiene en los habitáculos, espacios poco ventilados, entre otras) inciden para que disminuyan sus defensas, prolifere la Chlamydia psittaci y se terminen enfermando.
La bacteria se encuentra en las secreciones respiratorias y oculares, y en el polvillo generado por el excremento seco de aves portadoras o enfermas. Las personas adquieren la enfermedad al inhalar el polvo generado por la desecación de las secreciones y el excremento de aves enfermas.
Las aves pueden ser portadoras de la bacteria y no presentar ningún daño, pero cuando sufren situaciones de estrés, se produce una baja de defensas, lo que permite que se multipliquen las chlamydias y se eliminen hacia el exterior. Allí aparecen los síntomas: los pájaros afectados sufren decaimiento, conjuntivitis, diarrea y dificultad respiratoria que, incluso, pueden provocarles la muerte.
La bióloga de Policía Ambiental, Laura Garutti, comentó que “los más propensos a enfermarse de psitacosis son los loros, porque son más susceptibles a la Chlamydia”.
Sin embargo, las aves que provienen del tráfico de fauna también son proclives a contraer la enfermedad, al sufrir condiciones sanitarias inadecuadas.
“La bacteria está presente en la flora bacteriana de las aves; cuando se enferman padecen secreciones oculares y por las narinas, como también diarreas”, señaló Garutti.
Los casos de psitacosis suelen aumentar entre octubre y marzo, ya que la época reproductiva de las aves coincide con estos meses.
Cuadro clínico en personas
El cuadro clínico de la psitacosis es variable: puede representar una infección sin síntomas evidentes, dar lugar a una enfermedad febril inespecífica o, en los casos más graves, derivar en una neumonía. Se conocen casos de personas que fallecieron después de cursar una neumonía originada en esta bacteria.
La enfermedad tiene un período de incubación de 10 días. Los principales síntomas son fiebre, dolor de cabeza, decaimiento general, fatiga y cansancio. Si la infección evoluciona a neumonía, entre las 24 y las 48 horas comienza la tos seca y la dificultad para respirar. Si bien suele ser una enfermedad leve o moderada, a veces puede tornarse grave, en especial para las personas mayores que no reciben tratamiento
Para evitar riesgos, hay que concurrir a centros de salud. La psitacosis no se diagnostica clínicamente, sino que requiere un análisis específico para determinar si la bacteria que genera la neumonía es la Chlamydia psittaci. El tratamiento se realiza con antibióticos específicos.
La bióloga Garutti comentó que la psitacosis se conoce desde hace años y no tiene alta incidencia. “No es fácil contagiarse, hay que estar en contacto cercano con el ave; haber tenido la enfermedad no da inmunidad, el contagio puede repetirse por exposición”, indicó.
¿Y las palomas?
Asimismo, Policía Ambiental indicó que la presencia de esta bacteria en aves urbanas como las palomas puede constituir un riesgo para la salud pública.
“Las palomas pueden transmitir psitacosis, pero no es lo más común”, remarcó Garutti.
Los casos de psitacosis en humanos deben informarse a la Dirección de Epidemiología, que a su vez notifica al Instituto Malbrán y al Senasa, organismos que coordinan el monitoreo sanitario de estas y otras enfermedades en el país.
Cuidados
Como medidas de protección, las personas que están en contacto con aves deben utilizar guantes, barbijos y antiparras. También se recomienda un permanente lavado de manos.
Por decreto 1.751, del año 2011, en la provincia de Córdoba está prohibida la tenencia de animales silvestres, a excepción de aves exóticas adquiridas en criaderos (20 especies).
Garutti desaconsejó el mascotismo. “Hay que desestimar la tenencia de animales silvestres”, expresó.
Consultas: Programa de Zoonosis, área de Epidemiología del Ministerio de Salud de Córdoba; teléfono (0351) 4688604; e-mail: zoonosiscba@gmail.com