Blizzard parece que no va a andarse con tonterías otro año más. En la primera edición de Overwatch League no dudo en sancionar a varios jugadores, y en esta ocasión los golpes han llegado a dos meses de empezar la segunda temporada de la liga. En total, han sido siete los jugadores que han recibido una sanción por parte de la dirección de la liga bajo el pretexto de haberse saltado el código de conducta.
Los implicados son Damon “Apply” Conti, Kelsey “Colourhex” Birse, Cai “Krystal” Shi-long, Park “Neko” Se-hyun, Riku “Ripa” Toivanen, Lee “Rise” Won-jae, y Park “Violet” Min-ki, todos de equipos diferentes de la liga, como San Francisco Shock, Boston Uprising o Hangzhou Spark, entre otros.
Las sanciones van desde dos partidos sin jugar por haber sido pillados haciendo «boosting» -recibir dinero a cambio de subir cuentas de otros usuarios, algo bastante habitual en Corea, por ejemplo- hasta 1000 dólares por compartir cuentas con otro jugador, llamado «account sharing».
Sin embargo, la mayor pena ha sido impuesta a Ripa, el jugador finlandés de LA Gladiators y protagonista de uno de los mejores momentos de la pretemporada. El joven jugador europeo no ha estrenado con muy buen pie su fichaje por la escuadra morada y ha sido suspendido durante cinco partidos, el castigo más alto de los siete aplicados, por “tirar partidos y toxicidad”.
El código de conducta puede revisarse aquí, pero es una guía muy poco detallada sobre lo que está permitido o no, y tampoco explica cuáles pueden ser las penas por cada acto más allá de la “jurisprudencia”. “A lo largo de la temporada de 2019 mantendremos una lista de jugadores que han sido castigados por sus infracciones”, han avisado desde la entidad. Los responsables de Overwatch League se toman muy en serio el cumplimiento de las normas en su competición.
Imagen vía Blizzard Entertainment