13/05/2023 0:35hs. Actualizado al 13/05/2023 7:15hs.
Olé ha venido acompañando de buen grado lo que podría ser una epopeya del hincha, cuando fanas de Independiente (e incluso de otras divisas) respondieron masivamente a la colecta que organizó el influencer Santiago Maratea para pagar las cuantiosas deudas generadas por administraciones al menos irresponsables.
Señalamos también que esto había sido posible porque el joven estrella de las redes sociales, con sus antecedentes de obras benéficas y de caridad, generaba en el público la credibilidad perdida por las dirigencias. El amor de los hinchas no implica olvidar los despilfarros que crearon la situación, que deben ser investigados.
Mirá también
Colecta de Maratea: se resolvió un problema clave
¿No les parece que al hincha ya le pidieron demasiado? (Foto Maxi Failla).Tras los primeros días de colaboración aluvional, el ritmo y volumen de aportes no es el mismo, y Maratea invita ahora a los hinchas que quieran aportar y no tienen plata, a que lo hagan mediante el crédito que les ofrece una plataforma.
Paremos acá, muchachos. Una cosa es pedir ayuda y otra cosa es abusarse del hincha. De invitar a una colaboración voluntaria están pasando a ofrecerle que, para pagar la deuda del club, ¡se endeude el hincha! En ese convite no hay mayores explicaciones sobre cómo tendría que devolver la plata que pone ahora sin tenerla; yendo a la plataforma, ahí le dan planes de pago con intereses y vencimientos. ¿Y si al llegar el día no tienen la plata, como no la tienen ahora que piden el préstamo? Leelo en la letra chica.
El abrazo con Pepé Santoro, una leyenda del club (Foto Guillermo Rodríguez Adami).
Mirá también
Maratea les explicó a los hinchas cómo sacar un «crédito» para colaborar en la colecta
El hincha es siempre el que sostiene todo esto: el que paga la cuota de socio, el que paga entrada a la cancha y abonos de TV, compra camisetas, consume merchandising. Encima le pedimos que se endeude.
No nos subimos tampoco a comentarios maliciosos sobre Maratea. Pero con este pedido ya excesivo, el influencer afecta también su propia credibilidad al invitar a los fanas a que tomen deuda con una empresa que les presta.
