Del
mismo
modo
que
no
es
habitual
encontrar
una
edición
especial
de
un
Lamborghini
Miura
en
un
concesionario
de
compra
venta,
tampoco
es
fácil
encontrar
una
mansión,
un
palacete
o
una
propiedad
de
varias
decenas
de
millones
de
euros
en
la
página
de
anuncios
de
una
inmobiliaria.
¿Te
has
preguntado
el
motivo?
La
respuesta
es
que,
aunque
estén
a
la
venta,
ese
tipo
de
casas
de
lujo
no
se
mueven
en
el
mismo
mercado
de
compraventa
que
el
resto.
Lo
hacen
en
uno
secreto
y
mucho
más
exclusivo.
¿Mercado,
qué
mercado?
En
el
ámbito
de
las
grandes
fortunas,
la
discreción
es
un
valor
añadido.
Cuando
un
millonario
quiere
deshacerse
o
comprar
una
nueva
mansión,
acude
a
un
mercado
que
no
se
publicita
ni
en
portales
inmobiliarios
ni
en
anuncios.
Es
un
mercado
que,
paradójicamente,
está
off
market
o
fuera
del
mercado.
Según
datos
del
portal
inmobiliario
Eleeter,
las
propiedades
off
market
suponen
en
torno
al
10%
del
mercado
público.
Todo
se
hace ‘sottovoce‘
y
a
través
de
unos
agentes
inmobiliarios
especialmente
discretos.
Esto
significa
que
no
verás
fotos
llamativas
ni
letreros
de «Se
vende»
colgando
de
las
ventanas
de
esas
casas.
Estos
agentes
cuentan
con
unos
listados
exclusivos
de
propiedades
que
únicamente
muestran
a
personas
de
alto
poder
adquisitivo
que
han
mostrado
interés
(y
solvencia)
en
comprar
una
propiedad
de
estas
características.
Privacidad,
ante
todo.
Uno
de
los
argumentos
para
elegir
vender
estas
propiedades
de
forma
discreta
es
por
evitar
el «qué
dirán»,
en
algunas
ocasiones,
y
otras
por
preservar
su
privacidad.
Verónica
Manrique,
directora
ejecutiva
de
Olisson,
inmobiliaria
cuya
cartera
está
compuesta
en
un
60%
por
inmuebles
off
market,
declarabaal
diario
Cinco
Días
que «en
la
mayoría
de
los
casos,
nuestros
clientes
son
empresarios
o
políticos
que
valoran
mucho
su
privacidad.
No
quieren
gente
cotilleando
sus
casas».
Mostrar
de
forma
pública
cómo
es
su
casa,
les
puede
exponer
a
situaciones
incómodas
ante
la
opinión
pública,
por
lo
que
prefieren
que
no
se
publiquen
fotos
de
su
casa.
Además,
la
responsable
de
la
inmobiliaria
contaba
que
en
este
tipo
de
transacciones
es
habitual
que
tanto
los
agentes
inmobiliarios
como
quienes
ponen
a
la
venta
los
inmuebles,
firmen
contratos
de
confidencialidad
para
impedir
que
se
revele
la
identidad
de
los
clientes
que
visitan
las
casas,
o
quién
es
el
propietario.
Una
casa
llena
de
tesoros.
Más
allá
del
valor
de
la
vivienda
en
sí
mismo,
la
exposición
pública
de
la
vivienda
puede
implicar
poner
en
riesgo
la
seguridad
del
inmueble.
Normalmente,
las
paredes
y
estancias
de
estas
mansiones
están
decoradas
con
piezas
de
arte
u
otros
objetos
de
valor.
Asimismo,
mostrar
fotos
de
las
distintas
estancias
también
podrían
dar
ideas
sobre
formas
de
acceder
al
inmueble
a
los
amigos
de
lo
ajeno.
Manrique
aseguraba
que
algunos
clientes
exigían
que
las
casas
que
les
ofrecía
nunca
hubieran
aparecido
fotos
de
ese
inmueble
en
medios
de
comunicación, «Y
siempre
es
fácil
de
cumplir».
Ventajas
del
off
market.
Además
de
por
los
motivos
de
privacidad
y
seguridad
que
muchos
ultrarricos
tiene
por
bandera
en
cualquiera
de
sus
movimientos
financieros.
Sacar
una
propiedad
a
un
mercado
cerrado
y
exclusivo
genera
un
efecto «glamour»
que
hace
que
las
propiedades
alcancen
un
determinado
estatus.
Algunos
promotores
de
este
tipo
de
vivienda
de
lujo
prefieren
vender
sus
nuevas
casas
en
este
mercado,
en
lugar
de
sacarlas
a
la
venta
de
forma
pública.
Al
hacerlo,
se
adaptan
a
las
necesidades
de
un
determinado
perfil
de
cliente
que
solo
se
mueve
en
este
mercado. «Son
casas
caras
y
no
es
un
mercado
de
volumen,
no
necesitas
generar
muchos
clientes»,
declaraba
a
Cinco
Días
Paloma
Pérez,
directora
ejecutiva
en
España
de
Sotheby’s
International
Realty.
También
tiene
desventajas.
La
venta
off
marketdepende
única
y
exclusivamente
de
los
contactos
directos
de
los
agentes
inmobiliarios
que
lo
gestionan.
Por
lo
que
la
venta
en
este
mercado
puede
que
no
sea
tan
rápida
como
cuando
se
hace
pública,
donde
cualquier
persona
interesa
puede
contactar
con
el
agente
inmobiliario
para
interesarse.
Esa
limitación
tiene
dos
variantes:
por
un
lado,
la
exclusividad
hace
el
precio
de
venta
de
la
propiedad
pueda
situarse
ligeramente
por
encima
del
valor
de
mercado,
pero
también
la
hace
más
susceptible
a
la
negociación
del
precio
por
que
el
número
de
potenciales
compradores
también
es
más
escaso.
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