El pasado mes de junio informábamos de la decisión tomada por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas norteamericana para implimentar nuevos estándares de representatividad e inclusión que influirían en la elegibilidad de los largometrajes a la hora de ser nominados al Óscar a la mejor película, con el objetivo de «asegurarse de que todas las voces son escuchadas y celebradas».
Poco más de dos meses más tarde, al fin hemos conocido los detalles de esta normativa, que entrará en vigor en la 96 ceremonia de entrega de los Óscar del próximo 2024. A partir de ese año, un largometraje deberá cumplir, al menos, con dos de los siguientes estándares para optar a la gran estatuilla de la noche.
Estándar A: Representación en pantalla, temas y narrativas
Para cumplir con el estándar A, los largometrajes deberán contar con, al menos, uno de los siguientes elementos:
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Un actor principal o un actor de reparto con relevancia que forme parte de grupos raciales infrarrepresentados; como asiáticos, hispanos/latinos, negros/afroamericanos, indígenas/nativos americanos/nativos de Alaska, personas de oriente medio o del norte de áfrica, nativos hawaianos o de otras islas del Pacífico, u otras etnias o razas infrarrepresentadas.
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Al menos un 30% de actores secundarios o de roles de menor que pertenezcan al menos, a dos de los siguientes grupos infrarrepresentados: Mujeres, grupos étnicos o raciales, LGTBIQ+, y personas con discapacidades físicas y cognitivas, incluyendo a sordos y duros de oído.
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Una trama principal, una temática o una narrativa centrada en alguno de los grupos infrarrepresentados anteriormente mencionados.
Estándar B: Liderazgo creativo y equipo de proyecto
Para cumplir con el estándar B, los largometrajes deberán contar con, al menos, uno de los siguientes elementos:
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Al menos, dos cabezas de departamento —dirección de casting, dirección de fotografía, diseño de vestuario, dirección, montaje, composición, maquillaje y peluquería, producción, diseño de producción, dirección de arte, efectos visuales o guión— pertenecientes a alguno de los siguientes grupos infrarrepresentados: Mujeres, grupos étnicos o raciales, LGTBIQ+ y personas con discapacidades físicas y cognitivas, incluyendo a sordos y duros de oído.
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Al menos, una de esas posiciones ocupada por un miembro de un grupo racial infrarrepresentado; como asiáticos, hispanos/latinos, negros/afroamericanos, indígenas/nativos americanos/nativos de Alaska, personas de oriente medio o del norte de áfrica, nativos hawaianos o de otras islas del Pacífico, u otras etnias o razas infrarrepresentadas.
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Al menos, seis miembros del equipo y técnicos —excluyendo a asistentes de producción— pertenecientes a grupos étnicos o raciales infrarrepresentados.
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Al menos un 30% del equipo de rodaje perteneciente a los siguientes grupos infrarrepresentados: Mujeres, grupos étnicos o raciales, LGTBIQ+ y personas con discapacidades físicas y cognitivas, incluyendo a sordos y duros de oído.
Estándar C: Industria y acceso a oportunidades
Para cumplir con el estándar C, los largometrajes necesitarán cumplir con los dos siguientes criterios:
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La compañía distribuidora o productora deberá ofrecer prácticas remuneradas en diferentes campos para grupos infrarrepresentados como mujeres, grupos étnicos o raciales, LGTBIQ+ y personas con discapacidades físicas y cognitivas, incluyendo a sordos y duros de oído. Dependiendo de las dimensiones del estudio, se establecen mínimos de becarios.
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La compañía de producción, distribución y/o financiación ofrecerá formación y/u oportunidades de trabajo a personas de los siguientes grupos infrarrepresentados: Mujeres, grupos étnicos o raciales, LGTBIQ+ y personas con discapacidades físicas y cognitivas, incluyendo a sordos y duros de oído.
Estándar D: Desarrollo de audiencias
Para cumplir con el estándar D, los estudios deberán reforzar la representación en la publicidad y distribución de sus largometrajes candidatos, contando con ejecutivos senior de marketing pertenecientes a los grupos infrarrepresentados mencionados anteriormente.
Unos estándares más fáciles de cumplir de lo que parece
Las reacciones al anuncio detallado de la normativa no se han hecho esperar, destacando entre ellas el análisis que el periodista del New York Times, Kyle Buchanan, ha realizado en su cuenta de Twitter personal. En el hilo, que podéis leer a continuación, apunta a la aparente sencillez de cumplir con los estándares C y D, relacionados estrictamente con la industria, y no con aspectos narrativos.
🚨The Oscars just announced their watershed new diversity and inclusion standards for Best Picture.🚨
Starting with the 2024 Oscars, a film must meet 2 of the following 4 standards to be eligible for Oscar’s biggest prize: pic.twitter.com/pTqGmT2yAl
— Kyle Buchanan (@kylebuchanan) September 9, 2020
Sea como fuere, queda esperar la reacción de la maquinaria Holywoodiense a estas nuevas medidas y ver si la Academia termina, como ha hecho otras tantas veces, retractándose y dando marcha atrás. Tiempo hay hasta 2024.