05/10/2023 00:05hs.
El tiempo dirá si hizo bien Boca en adelantar su viaje a San Pablo para llegar un día antes, asentarse y entrenar en la ciudad en la que jugará la semifinal de la Copa Libertadores este jueves, ante Palmeiras.
Lo cierto, en estas horas, es que la decisión parece haber calmado los ánimos del golpe que significó la derrota en el superclásico del último domingo. Y en la víspera del choque que puede ponerlo frente a lograr su máximo anhelo, el equipo ya está listo para -al menos- salir a la cancha.
El miércoles azul y oro fue un largo día que empezó antes de las 9 de la mañana, cuando el plantel terminó de desayunar y partió rumbo al predio que Corinthians tiene cerca de la zona del hotel. Allí, se abrió paso entre algunos hinchas del Timao que se acercaron a charlar un rato con sus jugadores luego de ser eliminados de la Copa Sudamericana la noche anterior.
Ese detalle tal vez haya concientizado a los jugadores xeneizes en cuanto a que las presiones extremas en Brasil tienen mucho que ver con lo que suelen vivir ellos en momentos complicados. Incluso, yendo un poco más allá, no está muy lejos de ser un escenario posible para Palmeiras si es que el local no gana su llave.
El periplo de Riquelme para llegar a San Pablo
Juan Román Riquelme se pasó casi todo el día miércoles viajando desde Buenos Aires hasta el hotel donde el plantel de Boca se aloja desde las primeras horas de la tarde del martes. El vice se subió a un vuelo privado (en el aeropuerto de San Fernando) alrededor de las tres de de la tarde y puso sus pies en el aeropuerto de Guarulhos recién pasadas las nueve de la noche. ¿Por qué? Una tormenta complicó todo.
Fluminense ya es finalista
El Inter del Chacho Coudet estaba cerca de ser finalista por el gol de Gabriel Mercado, pero el Flu no se rindió y lo dio vuelta en Porto Alegre. Otro argentino, Germán Cano, clavó el 2-1 definitivo.
Copa Libertadores – 5-10-2023
Flu derrotó a Inter y es finalista
Un Boca zen
Y está muy ajeno a toda esa coyuntura Boca en San Pablo. Al menos lo estuvo hasta bien tarde en el día. Porque no es fácil para los argentinos llegar a estas tierras en la actualidad. Si bien la capacidad que recibió el club para ocupar en el estadio estará cubierta, la mayoría de los hinchas estará llegando más cerca del inicio del partido.
Incluso, la gran distancia -complicada con el tránsito- entre zonas más céntricas de la ciudad y el área de Guarulhos (donde está ubicado el aeropuerto y el hotel que alberga al plantel de Jorge Almirón), hace que tampoco sea cómodo para cualquiera que llegue para ver el partido hacerse el tiempo de acercarse al hotel. Por eso, en ningún momento el Marriot Airport estuvo plagado -ni mucho menos- de gente abarcando a los protagonistas.
El equipo de Almirón
En lo futbolístico, lo que dejó la práctica también fue positivo. Porque por primera vez en la semana, Nicolás Figal y Marcos Rojo pudieron entrenarse a la par del grupo. Ambos fueron titulares en el parado formal que dispuso el DT, en el cual los titulares fueron los mismos que jugaron el partido de ida.
Entonces, la chance de ver a Chiquito Romero; Luis Advíncula, Nicolás Figal, Marcos Rojo, Frank Fabra; Cristian Medina, Pol Fernández, Equi Fernández, Valentín Barco; Miguel Merentiel y Edinson Cavani, arrancando el partido en el Allianz Parque es más que probable.
El asterisco
Aunque la idea es respetar a quienes tuvieron una muy buena noche en la Bombonera, la posibilidad de que haya algún otro nombre que se meta está abierta y es para Nicolás Valentini.
Sí, el otro central zurdo tiene un mínimo de posibilidades porque Almirón sabe que los centrales están entre algodones (incluso Figal podría infiltrarse de la molestia en su rodilla) y no vería con malos ojos reforzar la zona de la defensa, aunque eso obligaría a un cambio de esquema que no está dentro de lo que el cuerpo técnico piensa como ideal.
Más allá del fútbol
Pero el día de Boca no se terminó con el entrenamiento, y allí donde se los vio públicamente (la práctica fue a puertas herméticamente cerradas), la sensación fue que el microclima generado en estos días seguramente tuvo un efecto positivo para los jugadores, quienes bajaron del micro que los trajo de regreso con una sonrisa, y así respondieron a cada pedido de foto o firma.
Durante la tarde, se lo veía ir y venir al presidente Jorge Amor Ameal junto a los pocos dirigentes que llegaron con el plantel. Y hasta Jorge Almirón se dio una vuelta por el lobby, donde tuvo el gesto de posar para Olé.
Román, descanso y la Verdao…
Cuando la vigilia por la llegada de Juan Román Riquelme hacía que la expectativa en el lugar de los hechos aumente, muchos de los jugadores bajaron de sus habitaciones para ir hasta el gimnasio de la planta baja, cruzando entre los huéspedes que ya empezaban a ser -en su mayoría- hinchas de Boca.
Así se consumieron las horas antes de que llegue la cena y el descanso. Un descanso que no llegó cargado de malas noticias ni de horas agitadas, al menos para los jugadores que este jueves saldrán a la cancha para el verdadero desafío de Boca en San Pablo: clasificar a la final de la Libertadores en un terreno hostil y contra las adversidades de los últimos tiempos. La que llega, entonces, es la Verdao de la milanesa.
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