La productora independiente Spectrevision ha cancelado los planes de seguir trabajando con el director Richard Stanley, tras conocerse el relato de su expareja Scarlett Amaris, en el que detalla los abusos y maltratos sufridos junto al director a lo largo de los años, incluyendo denuncias formales que no habían salido a la luz hasta el momento. Tras ‘Color Out of Space‘, el director iba a adaptar ‘El horror de Dunwich’, cuyo guion estaba preparando.
La decisión de la productora de Elijah Wood llega de forma inmediata a la publicación de un tuit de la víctima, en el que incluye una entrada en su blog para relatar con detalles concretos y fechas todo su tormento a manos de Richard Stanley de la que fue pareja y aun mantenían una relación profesional. En el comunicado, la guionista de ‘Color Out of Space‘ explica que su decisión está ligada a otras denuncias de abuso de otras mujeres, sintiéndose responsable de no hacer público su relato antes y dejar que Stanley reprodujera su comportamiento con nuevas víctimas.
SHARED HALLUCINATION: 777 – Truth Will Out https://t.co/PKZyv1A21R
— Scarlett Amaris (@scarlettamaris) March 16, 2021
El relato de Amaris es desagradable y muy duro, describiendo incontables episodios de maltrato:
«Presenté cargos por violencia doméstica, asalto y agresión contra Richard Stanley, mi entonces socio creativo y de vida a largo plazo en octubre de 2014, después de que me golpeara en nuestro automóvil estacionado detrás del Banque Postale en Lavelanet, Francia cuando estábamos regresando de un festival de cine en Londres. No era la primera vez que me pegaba. De hecho, me dio palizas de muerte en numerosas ocasiones, pero finalmente presenté cargos contra él esa vez».
«Me habían llevado al médico con dos ojos morados, un dedo, posiblemente roto, gravemente torcido, marcas de estrangulamiento alrededor de mi garganta, moratones en toda mi cabeza, pecho y hombros, y una conmoción cerebral. También tenía moratones en cabeza, pecho y espalda que aún estaban sanando porque él me había atacado en el apartamento de un amigo en Londres unos días antes».
«Así que me enfrenté a él y me derribó, golpeándome la cabeza contra el suelo de baldosas una y otra y otra vez. Me fui a Los Ángeles por un tiempo.(…) Antes de irnos al festival de cine de Londres tuvimos otra pelea. Traté de irme. Me atrapó y logró noquearme en el baño de arriba. Me desperté mientras me arrastraba escaleras abajo por el pelo. Cerró todas las ventanas y cerró la puerta desde adentro para que yo no pudiera escapar, diciéndome durante horas que era un desperdicio de espacio y que me iba a matar. Nunca en mi vida había estado tan asustada. No sé cómo describirlo, aparte de que una parte de mí murió ese día. Fue como vivir una pesadilla en tiempo real».
«Pensé que tal vez podríamos tener una relación profesional pero me mostró una y otra vez lo peligroso que es. Fui a la policía después de un incidente en particular. Tenía que ver con un crimen llamado porno de venganza que es tan humillante, degradante, terrible y violante que nadie debería ser sometido a él. Envié a un abogado a buscar a Richard. Hablé con el FBI. Lo bloqueé de cualquier forma de comunicación. Siento no haber sido lo suficientemente valiente para hablar en ese momento. Y escuchar que ha seguido abusando de otras mujeres, física, emocional, sexual, financiera y espiritualmente, me mata.
«Había estado viviendo en un ambiente tan tóxico durante tanto tiempo que una vez salí me sentí pequeña e impotente, dañada y contaminada. Sufrí pesadillas intensas, trastorno de estrés postraumático y, literalmente, no podía hacer nada. Su relato cuando finalmente lo dejé en 2014 fue que si no hubiera estado tan ‘loca’ y si él estuviera con otra mujer que estuviera menos ‘loca’, ´no tendría que actuar de esa manera, que le conduje. Esto dijo a la gente y le creyeron».
«Y, sin embargo, a medida que se presentan numerosas mujeres, todas con historias sorprendentemente similares a la mía, queda bastante claro que sus patrones están bien establecidos y se derivan de sus propios y peligrosos problemas de manejo de la ira. Es un depredador serial por excelencia. (…) Es posible que Richard ya no sea mi monstruo, pero a medida que continúa abusando de las mujeres con las que está involucrado de la misma manera que abusó de mí, ahora es su monstruo, y un monstruo más grande en eso. Narcisista maligno, matón, desviado sexual, violador, abusador, maltratador, monstruo. No hay otras palabras».
We stand with victims of abuse. We believe those who speak out. We believe women. https://t.co/bq0llzZ8t7
— SpectreVision (@_SpectreVision) March 16, 2021
Spectrevision, que tenía planeada una trilogía adaptando a Lovecraft con el director, no tardó en indicar su postura, creyendo a la víctima, para después aclarar en un nuevo comunicado que no volverán a trabajar con Stanley, que están orgullosos del trabajo del resto del equipo de ‘Color Out of Space’ (entre los que se incluye la guionista afectada, Scarlett Amaris) y que donarán los futuros beneficios de la película a asociaciones en contra de la violencia doméstica.
— SpectreVision (@_SpectreVision) March 18, 2021
Richard Stanley había vuelto al cine tras un largo periodo exiliado de la industria, cuando en 1996 fue retirado de la producción de ‘La Isla del Dr. Moreau’ que acabaría John Frankenheimer. Su periplo se narró en el documental ‘Lost Soul: El viaje maldito de Richard Stanley a la isla del Dr. Moreau‘ en el que se dibujaba al director como una persona inestable pero con un fuerte genio creativo que se topó con los límites de Hollywood. Tras las denuncias, la distribuidora Arrow también ha comunicado que no editará sus filmes previos que tenía planeados.