Grimes es conocida por algunos como la autora de ‘Visions’ y una de las referencias actuales del género electropop, por otros, como la exnovia de Elon Musk y madre de dos de sus muchos hijos. Pero a partir de ahora es posible que se hable de ella por haber dado un paso inesperado para una estrella de la industria musical, uno que quizá dentro de unos años podamos señalar como ‘el momento en que todo cambió’.
Antecedentes
Todo se remonta a hace una semana, cuando empezó a difundirse por Internet una increíble canción conjunta de Drake y The Weeknd. Tan increíble que, en realidad, jamás había sido grabada ni cantada por ellos: era una creación de una IA, que había ‘robado’ la voz de ambos cantantes para que sustituyera a la que él mismo se había grabado previamente.
Esto tuvo como consecuencia, además del éxito viral de la pieza, que una de las tres grandes corporaciones de la industria musical, Universal Music Group, pidiera públicamente a los principales servicios de streaming, como Spotify y Apple Music, que impidieran el uso de su música para entrenar modelos de IA:
«Tenemos la responsabilidad moral y comercial con nuestros artistas de trabajar para impedir el uso no autorizado de su música y evitar que las plataformas ingieran contenidos que violen los derechos de los artistas y otros creadores».
A nadie se le escapa que esta petición de Universal se la hacen llegar a plataformas que no existirían si las discográficas hubieran tenido éxito a la hora de intentar forzar a los fans a que se compraran los álbumes si querían oír música. El MP3 se llevó esos planes por delante
Entra Grimes en escena
Sin embargo, Grimes ha decidido afrontar la inminencia de este cambio tecnológico de una manera muy diferente. Y así, ha decidido anunciar por Twitter (en un tuit que incluía una captura de una noticia sobre la canción de Drake y The Weeknd) lo que hará si alguien usa su voz en cualquier «canción generada por IA que tenga éxito»:
«Dividiré el 50% de los royalties […] el mismo trato que haría con cualquier artista con el que colabore. Siéntete libre de usar mi voz sin penalización. No tengo sello [discográfico] ni ataduras legales».
Grimes se ha movido durante casi toda su carrera entre sellos indie, hasta que hace dos años firmó con una subsidiaria de Sony (Columbia Records)… que abandonó a comienzos de este año. Claro está que, de haber sido otra su situación, no hubiera siquiera podido hacer este ofrecimiento.
La artista de 35 años añadió, además, que está trabajando en el desarrollo de un software que «debería simular bastante bien mi voz» y que incluso baraja la posibilidad de subir «samples para que la gente pueda entrenar los suyos».
«Creo que es genial fusionarse con una máquina y me gusta la idea de abrir todo el arte y acabar con los derechos de autor».
Para los ‘artistas IA’ que se animen a usar su voz, Grimes les ha planteado la opción de cerrar los acuerdos de reparto de royalties a través de ‘contratos inteligentes’ basados en la blockchain.
Después ha precisado que en caso de canciones con «letras muy muy tóxicas» podrían llegar a enarbolar el copyright para solicitar a las plataformas online la retirada de alguna canción.
«Creo que estoy creando un Efecto Streisand, pero prefiero eso que terminar solicitando una retirada y quedar como una hipócrita más tarde».
A una usuaria que le advertía que tuviera «cuidado» porque incluso así podría terminar afectándole la polémica si se difundiera falsamente su vinculación con la letra, la canadiense le ha dejado claro que
«Grimes es un proyecto artístico, no un proyecto musical. El objetivo final siempre ha sido el de superar los límites, no tener una buena canción. El objetivo es crear agujeros en la simulación y ver qué sucede, incluso si es un mal resultado para nosotros».
Imagen | Generada mediante IA con Mage.space
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