Inflación histórica de marzo: los números que muestran que el Gobierno no logra resolver la crisis

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La última medición del índice de precios del Indec echó nafta a una ya incendiada economía argentina. El dato de 7,7% de inflación de marzo no solo es alto en sí mismo, sino que es un hito en los últimos 20 años ya que quedó detrás de una cifra de la post crisis del 2001, el 10,4% en abril de 2002.

La última medición es la más alta de la presidencia de Alberto Fernández, quien queda así cada vez más complicado en sus aspiraciones de ir por la reelección. A las diferencias y presiones internas, el mandatario le suma la falta de resultados en materia económica.

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Pero se trata también de la cifra más alta de la gestión del ministro de Economía, Sergio Massa, quien asumió en agosto del año pasado con la misión de renovar la confianza de los mercados y aportar conducción política en un sector que hasta entonces manejaba un cuadro técnico como Martín Guzmán.

Lo cierto es que a la fecha, la cosecha de Massa es magra. Con una inflación récord en marzo y la más alta en los últimos 30 años a nivel interanual, caen también sus acciones como potencial candidato presidencial del Frente de Todos. Las consecuencias económicas tienen implicancias directas en la política.

(Foto: infografía TN / Sebastián Neduchal)
(Foto: infografía TN / Sebastián Neduchal)

Y el tope inflacionario marca también un récord si se tienen en cuenta todos los gobiernos kirchneristas hasta hoy. Por más críticas y señalamientos del núcleo duro K, la vicepresidenta sigue siendo Cristina Fernández de Kirchner.

Desde el gobierno hubo una respuesta oficial que apeló a una versión moderna del “enemigo externo”. “El número que vemos hoy representa el peor momento del impacto de la guerra en los precios internacionales y la peor sequía de la historia en el país. Sabemos, nos duele, nos ocupa, cómo afecta la vida cotidiana y a cada familia”, aseguró la portavoz de Presidencia de la Nación, Gabriela Cerruti.

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Por su parte, desde la secretaría de Política Económica, justificaron el alto valor de la inflación de marzo por aumentos “estacionales” potenciados por “la sequía, las altas temperaturas y la gripe aviar”. “Varios de estos factores esperamos no estén presentes en abril, de modo que esperaríamos un descenso de cierta magnitud en el índice general”, explicó Gabriel Rubinstein. Y sentenció: “Seguiremos procurando bajar la inflación”. Desde el Palacio de Hacienda simplifican con que “si descontamos sequía y gripe aviar al índice de inflación sería 6,2%, porque la suba del precio de las frutas, verduras, la carne vacuna, el pollo y los huevos sumaron en su conjunto alrededor de un punto y medio a la inflación del mes”.

El número de inflación de marzo condiciona las chances electorales del Frente de Todos (Foto: Reuters/Juan Ignacio Roncoroni).
El número de inflación de marzo condiciona las chances electorales del Frente de Todos (Foto: Reuters/Juan Ignacio Roncoroni).

El dato es que a la hora del armado del Presupuesto 2023, desde la cartera de Economía proyectaron un 60% de inflación para todo el año, meta que a todas luces no se cumplirá. Solo en los primeros 3 meses ya alcanzó el 21,7%. La interanual ya superó la barrera del 100% y es la más alta en 30 años. Y no hay ningún indicador que apunte a una desaceleración del ritmo inflacionario. La contracara de esta situación son los sueldos desactualizados y la pérdida del poder adquisitivo.

La inflación acelerada impacta de manera directa en el crecimiento de la pobreza. El INDEC informó que al cierre del 2022 la incidencia de la pobreza fue del 39,2%, con un alza interanual de casi 2 puntos. Pero la aceleración inflacionaria en el inicio de este año generó un empeoramiento de las condiciones sociales. El nowcast que realiza mensualmente la Universidad Torcuato Di Tella arrojó que en febrero, último dato disponible, ese valor se elevó hasta 42,2% de la población.