Preferentemente tendremos el coulís de ciruelas fuera de la nevera unos minutos antes de utilizarlo, nunca caliente, pero sí a temperatura ambiente para que sea más simple mezclarlo con el resto de ingredientes. En una jarra grande vertemos el coulís, la miel, la pizca de sal, la nata y la leche entera.
Mezclamos perfectamente con unas varillas hasta tener una crema homogénea. Si tenemos heladora enfriaremos la mezcla durante unas horas antes de pasar el mix a la máquina, y si vamos a elaborar el helado a mano, debemos guardar el mix en un recipiente apto para congelador y batir la mezcla cada cierto tiempo para que no se creen cristales de hielo.
De todos modos recordad que no deja de ser un helado casero y los congeladores familiares no tienen la temperatura correcta para almacenar helados, así que es casi imposible que no se cree una fina capa de hielo en la parte superior del helado. Para evitar ésto en la medida de lo posible, cubriremos con papel de horno el helado antes de cerrar el recipiente con una tapa.
Con qué acompañar el helado de ciruelas claudias
Este helado de ciruelas claudias es diferente pero realmente rico por su base, el coulís que os propuse hace unos días. Si no os apetece hacer esta receta previamente, sustituid dicha cantidad por pulpa de fruta y un poco de azúcar en la mezcla. Con 120 gramos de ciruelas, una vez limpias, y 50 gramos de azúcar, será suficiente para obtener casi el mismo resultado.
