Hacienda no siempre tiene razón. A pesar de la disconformidad que muchas veces tiene el contribuyente muchos prefieren cerrar el expediente pagando lo que les reclaman y dejar atrás la posibilidad de una inspección. Pero incluso después de alegar, si no les convencen nuestros argumentos hay buenas razones para recurrir una sanción de Hacienda.
Pero lo cierto es que para muchas empresas pequeñas y autónomos es un camino que no siempre están dispuestos a recorrer. En muchos casos por miedo, porque no tienen la certeza de que los ejercicios anteriores que no estén prescritos no contengan alguna incorrección que pueda hacer que la sanción en su caso sea mayor.
El problema de ir a los tribunales contra el criterio de Hacienda para una pyme
Una cosa es lo que dice la ley y otra diferente el criterio que aplica Hacienda. Deberían ser coincidentes, pero no siempre lo son. Esto genera una gran inseguridad jurídica para las empresas y los autónomos.
Pero la estadística indica que casi la mitad de las ocasiones en las que se acude a los Tribunales contra el criterio de Hacienda acaban por ganar. Y esto supone un grave problema para el sistema judicial, pero también en las actuaciones de la Agencia Tributaria.
La controversia fundamental está en el modo en el que se gratifica la productividad de los Inspectores y subinspectores de Hacienda, con un variable por sanción impuesta, que se mantiene aunque luego los tribunales no les den la razón. Esto ha generado una gran controversia entre juristas y expertos fiscales, puesto que pone en riesgo al no tener claro los criterios por los que se conceden dichos bonus.
Tanto es así que se tuvo que llevar a los Tribunales, que dieron la razón a la Asociación Española de Asesores Fiscales, AEDAF, para que la Agencia Tributaria facilite la información sobre las normas reguladoras del complemento de productividad y los criterios para la aplicación de dichas normas. A día de hoy todavía no se ha publicado.
Y las empresas más pequeñas o el autónomo no tienen la capacidad para contratar a un experto fiscal que sea capaz de rebatir con eficacia los argumentos de Inspección. Y esto crea de hecho indefensión por parte de los más pequeños.
Muchos prefieren pagar la sanción y acogerse a reducciones
No se trata solo de regularizar la liquidación correspondiente, pagar lo que Hacienda nos ha dicho que debemos en la liquidación paralela que nos propone. Es que luego en muchos casos se puede incluir una multa o sanción a la que también tenemos que hacer frente.
Y es aquí, donde si es muy elevada, muchos prefieren acogerse a las reducciones que ofrece la Agencia Tributaria a cambio de no continuar el litigio en los Tribunales. Y por supuesto cerrar el expediente, pasar página y continuar con su actividad.
Porque un último aspecto que no conviene menospreciar es el desgaste emocional que tenemos. El proceso puede durar años y mientras tanto tenemos una espada sobre nuestras cabezas que puede caer en cualquier momento. No es tan fácil llevar una situación de este tipo.